Sinergia de la Policía

Sinergia de la Policía

Cuando el presidente Leonel Fernández expidió el día 2 del presente mes el decreto 541-11 que cambió al Comando Central del Cibao de la Policía Nacional al general Juan Ramón de la Cruz Martínez y lo sustituyó por el general Francisco Romer López, la impresión del vulgo es que la pasmosa ola de violencia y crímenes que azotan al país, del que Santiago de los Caballeros es una célula vital, amainaría. Falso.

El general De La Cruz Martínez, a quien dispenso respeto y afecto, es uno de los oficiales policiales mejor formados, con mayor experiencia, con una dosis enorme de sicología aplicada y, sin embargo, la ola de violencia de Santiago superó sus esfuerzos y capacidades reconocidas por la sociedad. El general Francisco Romel López, a quien no dispongo la honra de conocer, es también, conforme a su currículo, un oficial de gran experiencia y capacidad, y es de esperar que triunfe en sus nuevas responsabilidades, que percibo difícil. Porque la cuestión no estriba en cambiar comandantes, que enfrentarán en sus áreas las mismas lacras, vicios, deformaciones sociales y el cáncer social cada vez más amplio de los escenarios del crimen.

Ocurre lo propio con el jefe policial, mayor general José Polanco Gómez, a quien tampoco dispongo la satisfacción de conocer, un oficial experimentado y capaz, y se me asegura que serio, y el crimen también lo ha desbordado, con un 70.4% de los asesinatos ocurridos en Santiago  son irresueltos, 108 asesinatos en el país en los últimos ocho meses, entre ellos 42 policías. Es evidente que la Policía no puede sola enfrentar el crimen, con un porciento peligroso altísimo de tráfico de drogas, y la miseria no es la incubación del crimen, porque Perú presenta un crecimiento del PIB en los últimos años de un 8% y es el país de América Latina con mayor índice criminal. Se impone una sinergia de varios segmentos de la sociedad convergentes con la Policía para disminuir la espiral de violencia que caotiza al país.

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