«Creo en las buenas personas, hombres y mujeres», dijo la artista Carlota Beltrame en una entrevista que nos realizó Stella Sidi en el programa Conexión Abierta en Argentina. Estábamos conversando sobre muchos temas, pero uno en particular resonó: la visibilidad entre mujeres. La conversación surgió a propósito de una campaña digital que creé para una empresa a la cual le ofrezco mis servicios comunicacionales, y que buscaba destacar el talento femenino.
A propósito del Día Internacional de la Mujer, quiero profundizar en este tema: ¿Cómo podemos apoyarnos las mujeres entre nosotras? ¿Cuáles han sido los aciertos y cuáles los errores?
El poder de la sororidad
La sororidad no es solo una palabra de moda. Es un principio fundamental para el crecimiento colectivo. Un estudio de Harvard Business Review reveló que las mujeres que cuentan con un círculo cercano de apoyo femenino tienen 2.5 veces más probabilidades de alcanzar puestos de liderazgo. «Cuando una mujer asciende, puede abrirle la puerta a muchas otras», afirma la escritora y activista Gloria Steinem.
El apoyo entre mujeres puede manifestarse de muchas maneras: desde recomendar a una colega para un puesto hasta reconocer su trabajo en espacios públicos. Las plataformas digitales han permitido potenciar esta visibilidad, y al mismo tiempo, han expuesto cómo la falta de respaldo sigue siendo un problema.
El peso de la competencia mal entendida
A pesar de los avances, los estereotipos de competencia entre mujeres persisten. Un estudio de Lean In y McKinsey & Company indicó que el 21% de las mujeres en cargos ejecutivos siente que debe trabajar más duro para demostrar su valía frente a otras mujeres. La idea de que «sólo hay espacio para una» ha llevado a desaciertos que perpetúan la desigualdad.
«Las mujeres no somos enemigas; sin embargo, muchas veces nos han hecho creer que sí», dice Michelle Obama. Superar esta mentalidad requiere una transformación cultural donde el éxito de una sea visto como un triunfo colectivo y no una amenaza.
Desaciertos que nos restan fuerza
Uno de los mayores errores es la falta de reconocimiento entre nosotras. Según un estudio de Pew Research Center, el 29% de las mujeres en el entorno laboral siente que su trabajo es menos valorado cuando proviene de otra mujer. Esto demuestra la importancia de romper con los prejuicios internos y ser más intencionales al visibilizar el trabajo de nuestras compañeras.
Otro desacierto común es la falta de mentoría. Aunque el 67% de las mujeres considera que tener una mentora podría impulsar su carrera, según el informe Women in the Workplace 2023, muchas no tienen acceso a una. Crear redes de mentoría y apoyo es esencial para cambiar esta realidad.
Lo que sí podemos hacer
Hay muchas formas de apoyar a otras mujeres de manera tangible:
- Reconocer el trabajo de otras mujeres públicamente: Un simple comentario en redes sociales o una mención en una reunión puede marcar la diferencia.
- Crear espacios de mentoría y acompañamiento: «El liderazgo es servicio», dice Oprah Winfrey. Si tienes experiencia, compartirla puede abrir caminos para otras.
- Evitar replicar críticas destructivas: Antes de juzgar a otra mujer, pregúntate si harías el mismo comentario sobre un hombre en la misma situación.
- Apoyar proyectos liderados por mujeres: Desde consumir contenido hasta invertir en sus negocios, el respaldo económico también es clave.
Si queremos un futuro donde las mujeres sean verdaderamente visibles y valoradas, debemos empezar por nosotras mismas. «Cuando una mujer se da cuenta de su poder, el mundo cambia», dice Chimamanda Ngozi Adichie. Dejemos atrás los desaciertos y construyamos una cultura de apoyo mutuo. Al final, nuestra verdadera fortaleza está en la sororidad.
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