Sinfónica Nacional esta noche junto al pianista
Denis Kojoukhine

Sinfónica Nacional esta noche junto al pianista <BR>Denis Kojoukhine

POR CARMEN HEREDIA DE GUERRERO
La Fundación Sinfonía presenta esta noche en el Teatro Nacional a la Orquesta Sinfónica, conducida por el maestro Carlos Piantini. Interviene como artista invitado el pianista ruso Denis Kojoukhine, quien interpretará el concierto No.2 en Do Menor, de Sergei Rachmaninov.

DENIS KOJOUKHINE –pianista–

Nace en Nizhni-Norgoroz, Rusia, en 1986. Ha recibido clases magistrales de los reconocidos profesores Lion Fleisher, Eliso Virsaladze y Rosalin Tureck. Ha participado en festivales de la Academia de Verbier de Suiza y el Festival Saharov, de Rusia. Se ha presentado con diversas orquestas sinfónicas de diferentes países europeos. En la actualidad completa su formación en la Escuela Reina Sofía, en la cátedra de piano grupo Santander, bajo la dirección de Dimitri Bashkirov.

PROGRAMA
– «Obertura» de la ópera Oberón –Carl María Von Weber–

Es la última pieza sinfónica y la más ejecutada de Weber. En el ambiente legendario del mundo de las hadas, el destino juega con los hombres para probar el alcance de su amor y fidelidad. El conductor de ese mundo fantástico es Oberón –rey de los elfos, en los cantares de gesta-, evocado por Shakespeare en su obra «Sueño de una noche de verano». Oberón es una ópera romántica, cuya obertura refleja los motivos principales de la trama; inicia con el llamado del cuerno místico que –sonando a lo lejos- será el requisito mágico con que dota Oberón al héroe del drama Huon. Luego se escuchan los susurros del bosque encantado, un fuerte golpe nos traslada al mundo de los hombres donde el amor simbolizado en una bella melodía, se erige en faro que guía a Huon y Rezia. El final de la Obertura trae el canto jubiloso que en la ópera surge en el aria famosa de Rezia, en la escena del océano, que da cuenta del triunfo de la fidelidad humana.

Concierto No. 2, en Do Menor –Sergei Rachmaninov– Denis Kojoukhine –pianista–

Estrenado por el propio autor con la Filarmónica de Moscú, el 14 de octubre de 1901. Esta obra exuberante, neorromántica, tiene un inicio extraordinario. Una secuencia de acordes parecidos armónicamente va aumentando en fuerza y suspenso hasta llegar a un tema final majestuoso, de gran vuelo melódico. El segundo tema es una larga melodía de profundo contenido emotivo. El adagio sostenuto está lleno de melodías poderosas y el final Allegro Scherzando, es un movimiento de brillo y lucimiento, de grandes recursos rítmicos y cautivante sonoridad. Este es uno de los conciertos clásicos más populares, y ha sido interpretado por los más grandes pianistas durante todo el siglo XX.

– Sinfonía No. 8. Ludwig Van Beethoven

Esta sinfonía ejerce una función relajadora, parecida a la de la Sexta Sinfonía -Pastoral-. Es la más breve de las nueve sinfonías de Beethoven, y es considerada como una obra desenvuelta con ciertos rasgos de humor, en la que el compositor utiliza con benévola ironía, la forma del minuetto. En el segundo movimiento, la madera, imita el sonido de metrónomo. La octava sinfonía es una de las formalmente más diáfanas y verdaderamente acabadas de las sinfonías de Beethoven. Consta de cuatro tiempos: Allegro vivace e con brío, allegretto scherzando, tempo di minuetto y allegro vivace.

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