Síntesis del informe final ENDESA 2002

Síntesis del informe final ENDESA 2002

[b]Fecundidad[/b]

Respecto de los valores de la tasa de fecundidad, la Encuesta Demográfica y Salud 2002 indica que los niveles de procreación descendieron ligeramente, de 3.2 hijos en 1996, a 3.0 hijos por mujer en 2002. La encuesta confirmó una vez más que el valor de dicha tasa permanece, desde 1991, invariable en las áreas urbanas al nivel de 2.8 hijos; revelando, sin embargo, una reducción sustancial en la zona rural de 4 a 3.3 hijos en el período 1996-2002.

En el país, entre un 22 y un 25 por ciento del total de las mujeres de los distintos grupos de edades tuvieron su primer(a) hijo(a) antes de cumplir los 18 años y entre un 40 y 45 por ciento de las mujeres procrearon por primera vez antes de los 20 años de edad. Al llegar a los 25 años, tres cuartas partes de las mujeres había dado a luz.[tend]

La fecundidad en las adolescentes de 15 a 19 años no ha cambiado significativamente desde la ENDESA-96. El 19 por ciento ha tenido hijos y el 4 por ciento estaban embarazadas del primer hijo al momento de la encuesta, para un total de un 23 por ciento alguna vez embarazadas.

[b]Planificación familiar[/b]

En relación con el conocimiento de métodos para la regulación de la reproducción, la esterilización femenina, el condón masculino, la píldora y las inyecciones son conocidos por la casi totalidad de las mujeres en edad fértil, le sigue el DIU con un 90 por ciento, los implantes con un 86 por ciento y el MELA con un 67 por ciento.

Los métodos menos conocidos son la esterilización masculina o vasectomía con un 56 por ciento y los métodos vaginales con un 58 por ciento. Los anticoncepti-vos nuevos como el condón femenino y la anticoncepción de emergencia alcanzan un 48 y 32 por ciento, respectivamente.

La prevalencia de uso de anticonceptivos es una información de vital importancia para…. En ese orden, la ENDESA 2002 reveló que 7 de cada 10 mujeres en unión conyugal, igual al 70 por ciento, usaba algún método anticonceptivo, lo que representa un incremento importante comparado con el 64 por ciento de la ENDESA-96.

En el 2002 la prevalencia en la zona rural había igualado a la zona urbana al situarse ambas en un 70 por ciento. En 1996 la prevalencia rural era de un 60 por ciento y la urbana era de 66 por ciento.

Las mujeres jóvenes dominicanas tienen una alta motivación por el espaciamiento de los nacimientos y por la limitación del tamaño de la familia en razón de que empiezan a usar los anticonceptivos sin tener ningún hijo o teniendo muy pocos hijos.

En ese sentido, el 96 por ciento de las mujeres entre 15 y 19 años ha usado alguna vez métodos anticonceptivos y el 88 por ciento de 20 a 24 años inició la contracepción antes de tener hijos o con apenas un hijo frente al 43 por ciento de las mujeres de 40 a 44 años que empezó la anticoncepción antes del primer hijo o con un solo hijo nacido vivo.

Los proveedores de métodos de planificación familiar en la República Dominicana son el sector privado con un 53 por ciento de las usuarias y el sector público con un 46 por ciento.

[b]Otros determinantes próximos de la fecundidad[/b]

Respecto del estado conyugal, en la República Dominicana se ha producido en los últimos 6 años un aumento importante en la proporción de mujeres unidas, pasando de 36 por ciento en 1996 a 43 por ciento en 2002, en tanto que ha disminuido el total de las casadas, confirmando la tendencia de cada vez más uniones libres o consensuales y cada vez menos matrimonios formales o mujeres solteras.

La edad mediana a la primera unión, entre las mujeres sin educación, es de 16.2 años, entre las mujeres de educación superior es de 24 años, confirmando la tendencia de que a mayor educación las mujeres tienden a postergar la unión o matrimonio.

Por otra parte, como se ha evidenciado en otras encuestas, la edad mediana para la primera unión es casi un año menos en la zona rural con relación a la zona urbana.

La edad mediana de la primera relación sexual en el país continúa su tendencia descreciente si se consideran las mujeres de 20-49 años, en razón de que pasó en 18.9 años en 1991 a 18.7 en 1996 y a 18.4 en 2002.

Cuando se compara el estado actual conyugal de los hombres con relación al de las mujeres, encontramos que un 49 por ciento de los hombres entre 15 a 59 años se encontraba casado o unido y un 36 por ciento soltero, cifras ligeramente inferiores al 52 y al 38 por ciento, respectivamente, en 1996.

La edad mediana a la primera unión del hombre dominicano, de 25 a 59 años es de 23.2 años, cifra muy superior a la registrada por las mujeres de 25 a 49 años que es de 19 años.

La edad mediana de la primera relación sexual de los hombres de 20-59 es de 16.5 años, inferior en 2 años a la edad de la primera relación de las mujeres de 25 a 49 años, que es de 18.4 años.

[b]Preferencias de fecundidad[/b]

Las preferencias de la fecundidad en la República Dominicana se ha inclinado hacia la limitación de la procreación, mediante la esterilización del 46 por ciento dce las mujeres o el no deseo de tener más hijos, pasando de 63 por ciento en 1996 a 66 por ciento en el 2002.

Por otro lado, el 30 por ciento de las mujeres unidas desea tener más hijos, con un 18 por ciento que prefiere esperar 2 ó más años para tenerlo.

La necesidad insatisfecha de planificación familiar en la República Dominicana bajó al 11 por ciento de las mujeres casadas o unidas con relación al 13 por ciento que prevalecía en 1996. La necesidad insatisfecha para espaciar se estima en un 7 por ciento, mientras que para limitar alcanza el 4 por ciento de las mujeres en unión.

En el país la demanda total de planificación familiar entre las mujeres en unión, se estima en un 82 por ciento. En tanto que la demanda para espaciar es de un 23 por ciento y para limitar asciende a un 59 por ciento.

En el 2002, alrededor del 87 por ciento de la demanda total de planificación familiar en la República Dominicana estaba satisfecha, ligeramente más alta que la encontrada en la ENDESA-96.

El número de hijos ideal en promedio es de 3.1 para el total de las mujeres en edad fértil y de 3.3 para las casadas o unidas.

Al analizar la planificación de la fecundidad, la ENDESA-2002 estableció que el 56 por ciento de los embarazos fue deseado en el momento en que ocurrió, en tanto que en el 30 por ciento la mujer no quería salir embarazada en ese momento y el 13 por ciento se reportó como embarazo no deseado.

La tasa de fecundidad deseada, de acuerdo a los ideales reproductivos manifestados por las mujeres, daría una tasa global de fecundidad de 2.3 hijos.

[b]Mortalidad infantil y en la niñez[/b]

La mortalidad infantil en la República Dominicana, durante el primer año de vida, para el quinquenio 1997-2002, se estima en 31 defunciones por mil nacidos vivos, con una tendencia a la disminución si se compara con las encuestas anteriores.

Cuando se compara la mortalidad infantil entre las ENDESAS, se establece que en 1991 fue de 43, en 1996 de 47 y en el 2002 de 31 muertes por mil, siempre con relación al quinquenio anterior a cada encuesta.

Según el nivel educativo de la madre, se observó que la probabilidad de muerte infantil varía desde 53 por mil en las mujeres sin instrucción hasta 26 por mil en las madres con nivel secundario o superior.

[b]Mortalidad materna[/b]

La mortalidad materna es un fenómeno de rara ocurrencia, si se compara con la mortalidad infantil. La estimación obtenida en la ENDESA 2002 es de 178 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, para el período 1992-2002.

[b]Salud materno-infantil[/b]

En materia de salud materna, la ENDESA-2002 confirma datos similares de encuestas anteriores, donde el 99 por ciento de los embarazos y partos fueron atendidos por personal profesional de la salud (médicos generales, obstetras y enfermeras); sin embargo, pone de relieve que en la República Dominicana en años recientes, todavía se muere una mujer cada 24 horas como consecuencia de complicaciones del embarazo y el parto.

El 76 por ciento de los partos, en el período 1996-2002, ocurrió en establecimientos públicos y un 22 por ciento en clínicas privadas.

El historial de vacunación de los niños(as) de 12 a 23 meses de edad señala que para el 2002 apenas el 35 por ciento había recibido todas las vacunas, lo que representa una disminución de 4 puntos porcentuales en relación al 39 por ciento de niños con vacunación completa en 1996.

Mientras la vacuna BCG fue administrada al 93 por ciento de los niños y niñas, la vacuna contra el Sarampión se le administró al 88 por ciento. En el caso de la DPT, el 94 por ciento recibió la primera dosis, el 82 por ciento la segunda y el 56 por ciento la tercera, mientras que para la de la Polio, un 92 por ciento recibió la Polio 1, un 74 por ciento la segunda dosis y el 44 por ciento la tercera. La vacuna de Polio al nacer la recibió el 79 por ciento de los (as) recién nacidos(as).

La prevalencia de la diarrea, en los niños menores de cinco años, no observó cambios notables desde 1996 y, en ese sentido, el suministro de sales de rehidratación oral muestra una disminución importante en los últimos seis años.

[b]Lactancia y nutrición[/b]

En materia de lactancia inicial, el 92 por ciento de los niños y niñas alguna vez fue lactado. La lactancia inicial, por lugar de residencia, es más alta en la zona rural con un 93 por ciento frente a un 91 por ciento en la zona urbana. Los resultados de la duración de la lactancia muestran que mientras en la zona urbana alcanza los 6 meses en la zona rural llega hasta los 8.2 meses, en promedio

Al evaluar el estado nutricional de los niños y niñas dominicanos, según la ENDESA-2002 el 9 por ciento de los niños y niñas menores de 5 años padece desnutrición crónica y un 2 por ciento de éstos la presenta en condición severa.

El 8 por ciento de los niños de la zona urbana se clasifica con desnutrición crónica en comparación con el 11 por ciento de la población rural, en tanto que la desnutrición global afecta el 4 por ciento de los residentes en la zona urbana y el 7 por ciento de la zona rural.

[b]SIDA y otras infecciones de transmisión sexual[/b]

La ENDESA-2002 indagó sobre el nivel de conocimiento que tienen sobre el SIDA/VIH las mujeres y los hombres dominicanos y estableció que el 99 por ciento de las entrevistadas y la casi totalidad de los hombres consultados habían oído hablar de la infección por el VIH.

En lo que respecta al VIH/SIDA, la encuesta mide, por primera vez en el país, la seroprevalencia de VIH en una muestra a nivel nacional, arrojando un 1 por ciento en la población entre 15 y 49 años, lo cual se traduce en aproximadamente una 46,500 personas en todo el país.

Se observan algunas diferencias por región, pero los mayores niveles de infección por VIH se observan en las regiones con una alta concentración de industria turística.

[b]Violencia contra las mujeres[/b]

La violencia familiar es uno de los principales problemas a nivel de la interrelación de la familia, en ese sentido el 24 por ciento de las entrevistadas declaró que ha sufrido violencia física desde los 15 años y el 9 por ciento sufrió algún tipo de violencia en los 12 meses anteriores a la encuesta.

Durante el año anterior a la entrevista, el grupo de mujeres de 20 a 29 años alcanzó, con un 12 por ciento, la tasa más alta de violencia y las mujeres del grupo de 40-49, la más baja con un 5 por ciento.

De las mujeres que declararon haber experimentado actos de violencia, el 3 por ciento ha sido forzada alguna vez a actos sexuales que no quería realizar, el 6 por ciento en alguna ocasión ha tenido una relación sexual forzada, el 3 por ciento ha sido atacada con un arma de fuego y el 4 por ciento amenazada con este tipo de arma.

En ese mismo sentido, el 3 por ciento dijo que había sido alguna vez quemada o había sufrido intento de ser estrangulada y un 4 por ciento pateada o arrastrada. Un 10 por ciento ha sufrido herida de arma blanca y un 12 por ciento ha sufrido torcedura de brazos. El 15 por ciento ha sido empujada, sacudida o tirada.

Entre las mujeres casadas o unidas, un 24 por ciento ha padecido violencia física desde los 15 años y el 10 por ciento de este segmento la sufrió en al año anterior a la ENDESA-2002. Las separadas/divorciadas llega a un 40 por ciento las que han sufrido violencia alguna vez, y un 15 por ciento en los últimos 12 meses.

Según el lugar de residencia, las agresiones físicas y el maltrato a que son sometidas las mujeres es mayor en las áreas urbanas, que en la zona rural. La encuesta confirmó que a mayor nivel educativo de la mujer ocurren menos episodios de maltrato físico.

[b]Morbilidad, utilización de servicios y gastos en salud[/b]

En la ENDESA 2002 se encontró que un 28 por ciento de los residentes en los hogares entrevistados reportó algún problema de salud que no conllevó internamiento, en los últimos 30 días previos a la encuesta, en comparación al 29 por ciento en 1 996.

En ese orden, el 16 por ciento de la población informó que padecía al menos de una enfermedad crónica, mientras que el 3 por ciento registró algún tipo de discapacidad.

Entre la población que reportó algún tipo de enfermedad, el 38 por ciento consultó un médico(a), en comparación a un 37 por ciento reportado por la ENDESA-96.

El 60 por ciento de la población consultó a un profesional de salud lo hizo en los centros de salud del sector público, seguido del 32 por ciento en clínicas y consultorios privados y un 4 por ciento en centros administrados por ONGs. e iglesias.

El gasto promedio general, por concepto de atención en salud de las personas que enfermaron durante los últimos 30 días previos a la encuesta, fue de $507.00, cifra que asciende a $659.00 si se excluyen aquellas que no tuvieron gastos.

Es importante resaltar que el 21 por ciento de la población total, al momento de la encuesta, estaba cubierta por algún seguro de salud frente al 18 por ciento arrojado por la ENDESA-96.

Al observar las variaciones en los indicadores sociodemográficos del país nos damos cuenta que las mejorías son significativas y en algunos casos sostenidas, pero es necesario reducir las brechas de las desigualdades que hay entre las regiones y provincias en los niveles de desarrollo y la disponibilidad de servicios; por lo que es imperativo revisar la agenda de la política social para crear una plataforma de acciones más consistentes para reducir los niveles de pobreza y atraso que aún persisten en una parte importante de la población dominicana.

El Centro de Estudios Sociales y Demográficos (CESDEM), al entregar los resultados finales de la ENDESA 2002, hace pública su gratitud y expresa su satisfacción por el apoyo recibido de parte de las instituciones auspiciadoras y fundamentalmente a los miembros de los hogares entrevistados que aportaron su valioso tiempo y nos dieron una entusiasta acogida, permitiendo que la investigación se realizara de manera exitosa.

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