Sintia Céspedes es una mujer de 38 años, madre soltera de dos niños llamados Enmanuel y Ezequiel, de 13 y 10 años respectivamente. La oriunda de Bánica, Elías Piña contó entre lágrimas y con una ligera sonrisa que sus hijos dicen con orgullo que tienen una “súper mamá” por todo lo que hace por ellos día a día. Incluso, durante la entrevista con el Periódico Hoy, una de sus sobrinas corroboró resaltándola como una “muy buena madre y tía”.
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Céspedes expresó que para ella ser madre no tiene explicación y que el rol te vuelve capaz de cambiar tu vida por la de tus hijos. “He sacrificado todo y lo continuaría haciendo hasta que sean grandes. Lo que sea necesario por ellos”, manifestó con firmeza.
Y es que Sintia sustenta su hogar vendiendo desayuno y almuerzo de lunes a sábados desde las 7 de la mañana hasta las 4 de la tarde en la parada de transporte público ubicada en la Prolongación 27 de Febrero, lugar popularmente llamado como “Pintura”.
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Al ser un espacio abierto, todos los días transporta toda la comida y utensilios en taxi. “Hay días muy difíciles”, refirió respecto a los días lluviosos los cuales describe que los pasa “entre lo mojado y lo seco” por depender de una lona como techo y también cuando tiene poco flujo de clientes.
El tiempo
En otro ámbito, se creería que Sintia al llegar a casa tendría un tiempo libre, sin embargo, cuenta todo lo contrario. “Cuando yo llego –a casa-, no hay descanso. Tengo que fregar, organizar y volver a preparar para el día siguiente”. Todo esto pese a que el almuerzo lo prepara una de sus hermanas que tiene un negocio de comida y para los desayunos lo cocinan entre Sintia y una sobrina diariamente.
Por lo tanto, se ve en la necesidad de buscar apoyo para el cuidado de los niños. Para ello recurre a sus hermanas y sobrinas, quienes después de la escuela los acogen en sus hogares y los cuidan hasta que llega la tarde o noche donde Céspedes puede pasar tiempo con ellos en casa o permanecen con ellas y se mantienen en constante comunicación.
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Por su trabajo, el factor tiempo es lo que interfiere y dificulta su relación madre e hijos. Contó que “yo nada más soy lo que ellos necesitan en efectivo. Yo soy para ellos el efectivo y los fines de semana, nada más”.
A pesar de, la situación no ha cambiado el cariño de ellos hacia su madre porque aseguró que, siempre y no sólo en días especiales, le demuestran su amor con besos, abrazos y expresiones de aprecio.
Céspedes afirmó que si se le pudiera conceder un deseo en su vida sería el tener más tiempo y que sus hijos vivan diferente, porque ellos son su razón de ser y su motor. “No sé cómo sería mi vida sin ellos… no me lo imaginaría”, comentó con ojos aguados. Además, exhortó a las madres a que no se detengan y que luchen por sus hijos.
La decoración es su trabajo ideal
Sintia admitió que le encanta la decoración, un gusto que fue desarrollando desde pequeña, inspirada por la máquina de coser de su mamá. Contó que a sus 28 años, recién divorciada y con dos niños pequeños a su cargo, decidió capacitarse con cursos técnicos como de ebanistería y tapicería. Explicó que mientras estudiaba, comenzó de una vez a confeccionar cortinas, juegos de baño y ropa de cocina y los vendía en su casa o en la calle.
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Sin embargo, cuando llegó la pandemia tuvo que pausar lo que era su ocupación para cuidar de sus padres en casa y luego atender el puesto de comida en la parada. “Yo estoy en esto –vendiendo comida en la parada- pero estoy a punto de soltarlo porque quiero volver a mi decoración”, dijo. Indicó que no ha retomado la decoración debido a que entiende que es un oficio que requiere de concentración, lo que en la actualidad se le dificultaría en casa al tener que atender a sus padres e hijos.
Día de las madres en su familia
Sintia resaltó que su familia, conformada por sus padres, sus 14 hermanos, hijos y sobrinos, es unida y se reúnen frecuentemente, por lo que el día de las madres no sería la excepción para pasar tiempo juntos celebrando a las mamás de la familia, incluyendo a su madre a quien dice que “no la cambiaría por otra” y la describe como «una mujer luchadora».