Tener unos riñones sanos es la base de una buena salud en sentido general, ya que padecer una enfermedad renal podría afectar, desequilibrar totalmente el estilo de vida de una persona.
Al conmemorarse el pasado jueves el Día Mundial del Riñón, efeméride que tiene lugar cada año el segundo jueves del mes de marzo, y que tiene como finalidad concienciar sobre la importancia de su buen funcionamiento, entrevistamos al nefrólogo Demián Rodríguez, quien explica a Vivir los principales síntomas que podrían alertar de que los riñones no andan bien.
Indica el especialista del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades (CEMDOE) que lo más desafiante de padecer una enfermedad renal es que en muchas ocasiones esta no presenta ningún síntoma evidente.
Sin embargo, en algunos casos sí aparecen manifestaciones como: fatiga, cansancio todo el tiempo, sensación de frío, cuando otros en su entorno no lo sienten, y falta de aire después de realizar un mínimo esfuerzo.
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Otros síntomas a tomar en cuenta
Sensación de desmayo, mareo o desvanecimiento, problemas para pensar de manera adecuada o concentrarse, orina marrón, roja o morada, presión al orinar, orina espumosa, levantarse con mucha frecuencia a orinar durante la noche, malestar estomacal, náuseas o vómitos, tener un aliento con olor a amoníaco o metálico, sentir un sabor metálico en las comidas, hinchazón de las manos, pies, cara o cuerpo en general, y sentir mucha picazón en el cuerpo.
Recomendaciones del experto para el cuidado
Precisa del doctor Rodríguez que las pautas globales para mantener la salud renal se asemejan a las recomendaciones generales para llevar una vida completamente saludable, ya que todos los aspectos del estilo de vida de una persona impactan en la salud renal.
Señala el especialista que lo primero y más esencial es controlar la hipertensión arterial, Diabetes Mellitus, patologías del corazón, pulmonares o enfermedades gastroenterológicas.
“Por eso es importante estar al día con las evaluaciones de estas especialidades y seguir el régimen de tratamiento de cada una”.
Otras recomendaciones generales del médico son seleccionar alimentos saludables para mantener la salud renal: comidas poco condimentadas, preferiblemente orgánicas, y con un bajo contenido de sal y azúcares. “En muchos casos, es necesario contar con la orientación y el seguimiento de un nutricionista para garantizar una alimentación equilibrada y adaptada a las necesidades específicas de cada individuo”.
Indica además que es importante realizar actividades físicas por lo menos durante 30 minutos diario, tener un peso saludable, dentro de un índice de masa corporal normal o lo más cerca posible de este, dormir lo suficiente, de acuerdo a la edad y actividad laboral del paciente, dejar de fumar y limitar la ingesta de bebidas alcohólicas.
Cada paciente es distinto
Explica el especialista de la Nefrología que las restricciones dietéticas, así como de estilo de vida para el cuidado de los riñones varían según las condiciones de base de cada individuo, por lo que es fundamental considerarlas de manera específicas para determinar las limitaciones adecuadas.