Sirenas llenan desfiles de París

Sirenas llenan desfiles de París

Bellísimas sirenas de manto plateado, dorado, irisado, a veces azulado, ondinas y otras ninfas de universos marinos imaginarios inspiraron a Jean-Paul Gaultier una de las más fastuosas colecciones de la alta costura francesa para la primavera-verano de 2008.

El modisto eligió los salones del edificio que ocupa en el centro de París para exhibir sus ideas.

El mantón de Manila compartió inspiración con dragones, lobos de mar y otros títulos marinos dados a cada modelo, con sus tradicionales flecos entrecruzados hasta confeccionar un sorprendente vestido.

En ocasiones, el efecto Manila, sus claveles bordados, cubrieron un vestido o una sombrilla, portada siempre por mujeres de largo cabello ondulado, cuya parte superior aparecía e menudo pegada al cuero cabelludo, como mojada.

Vestidos cortos de amplia túnica, con grandes mangas también trapecio, modelos rectos hasta por encima de las rodillas, bordados con escamas en tonos acuáticos, turquesas y verdosos, con perlas y motivos plateados o dorados, fueron otras constantes Gaultier para su verano de 2008 más lujoso.

La escama, incrustada, bordada, grabada, bordeada, dejó su impronta en todo tipo de modelos, muchos de ellos entallados, en forma de vestidos sirena largos, negros o dorados.

El más ajustado de todos fue  el de la novia, combinado con el característico sujetador puntiagudo, sobre una falda dorada de lentejuelas que impedía andar a su portadora.

Los detalles

Muchas lentejuelas

El modisto parisino eligió increíbles bordados e incrustaciones de piedras y lentejuelas, velos sobre sombrillas transparentes, fastos de oro y plata, a veces en simples faldas rectas combinadas con camisetas marineras de rayas y conjuntos de un lujo inusitado. 

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