Siria aceptó el plan de Kofi Annan

Siria aceptó el plan de Kofi Annan

DAMASCO (AFP) – El gobierno sirio aceptó este martes el plan de seis puntos de Kofi Annan, enviado de la ONU y la Liga Árabe, que considera esta decisión como una «etapa inicial importante» para poner fin a la violencia en Siria y cuenta con el apoyo de Rusia y China. Según la ONU, el balance de muertos superó los 9.000 tras algo más de un año de revuelta reprimida sangrientamente por el régimen. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) cifra las víctimas en más de 9.700.

«El gobierno sirio escribió al enviado especial conjunto Kofi Annan para aceptar su plan de seis puntos, aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU», dijo el portavoz de Annan, Ahmad Fawzi, en un comunicado.

«Annan escribió al presidente Asad para llamar al gobierno sirio a aplicar inmediatamente sus compromisos», añadió el portavoz.

«Annan ve esto como una etapa inicial importante que podría poner fin a la violencia y el derramamiento de sangre, aportar ayuda a los que sufren, y crear un entorno que propicie un diálogo político que cumpla las aspiraciones legítimas del pueblo sirio».

«Lo esencial es la aplicación», apostilló Ahmad Fawzi, portavoz de Kofi Annan.

El plan de Annan propone un cese de la violencia por todas las partes y bajo supervisión de la ONU, el aporte de ayuda humanitaria a todas las zonas afectadas por los combates y la liberación de personas detenidas arbitrariamente.

Annan se encuentra actualmente en Pekín en busca de apoyo internacional a su plan. El ex secretario general de la ONU se entrevistó con el primer ministro chino Wen Jiabao, quien apoyó sus esfuerzos de mediación, al igual que hizo el presidente ruso Dimitri Medvedev al reunirse con Annan el fin de semana. China llamó este martes a todas las partes implicadas en Siria a cooperar con Kofi Annan.

Un portavoz oficial dijo que la posición china consistirá en «apoyar este proceso y emplear toda la influencia que tenga sobre las partes para garantizar la aplicación» del plan. China y Rusia, ambos aliados de Siria, habían indignado a Occidente al vetar en el Consejo de Seguridad de la ONU dos resoluciones que condenaban la represión del régimen de Asad.

Pekín se opone a una intervención militar extranjera o un intento de imponer un cambio de régimen en Siria. Medvedev dijo el martes que sería «miope» pensar que la crisis siria terminará con la reuncia de Asad. Sobre el terreno, las fuerzas sirias mantenían sus ataques en varios puntos del país.

Según el OSDH, al menos trece personas murieron en operaciones militares o en enfrentamientos entre tropas gubernamentales y desertores en varios puntos del país, de las cuales seis soldados y siete civiles.

Según el embajador de EEUU ante Siria, Robert Ford, las fuerzas de seguridad sirias «torturan a personas arbitrariamente detenidas», lo que implica posibles «crímenes contra la humanidad».

Según la televisión siria, el presidente Bashar al Asad se encontraba este martes en la ciudad de Homs (centro), donde visitó el barrio de Baba Amr, un bastión insurgente sitiado y bombardeado durante varias semanas hasta ser reconquistado por el ejército.

En una rara aparición pública, el dirigente atribuyó la violencia a los «terroristas» y prometió que el barrio de Baba Amr será reconstruido «mucho mejor que antes».

A nivel diplomático, las facciones opositoras sirias se reunían este martes por segundo día en Estambul para intentar acordar una serie de objetivos comunes, antes de una conferencia internacional sobre Siria prevista el 1 de abril en esta ciudad turca.

La oposición siria, fragmentada, intenta hacer piña para afrontar la represión incesante del régimen de Damasco.

 

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