EL CAIRO (AP).- Las autoridades sirias fueron quienes capturaron al medio hermano de Saddam Hussein en Siria y lo entregaron a Irak como gesto de buena voluntad, dijeron el domingo funcionarios iraquíes.
Sabawi Ibrahim al-Hassan, quien es acusado de financiar a la insurgencia iraquí, fue capturado en el poblado de Hasakah en el noreste de Siria, dijeron dos fuentes iraquíes a la AP con la condición de no ser identificadas.
Al-Hassan es acusado de ser uno de los asesores de la dictadura, a cargo de su aparato represivo.
Los funcionarios no especificaron cuándo al-Hassan fue capturado. Se limitaron a indicar que fue arrestado luego del asesinato, el 14 de febrero, del ex primer ministro libanés Rafik Hariri en Beirut.
Pero el capitán Ahmed Ismael, un funcionario de inteligencia en el Ministerio del Interior iraquí, dijo que Sabawi fue arrestado el domingo en la madrugada.
Los funcionarios indicaron que al-Hassan fue capturado y entregado a las autoridades iraquíes junto con otros 29 miembros del partido Baath de Saddam, cuya rama siria ha estado en el poder en Damasco desde 1963.
Siria ha sido sometida a intenso escrutinio luego del asesinato de Hariri. Muchos en Líbano acusan a Damasco y al gobierno pro-sirio de Beirut por el atentado contra Hariri.
Washington ha acusado a Siria de proteger y ayudar a ex miembros del gobierno de Saddam sospechosos de participar en la insurgencia contra las fuerzas norteamericanas y sus aliados en Irak.
Damasco ha negado las acusaciones.
«La captura parece ser un gesto de buena voluntad por parte de los sirios para demostrar que están cooperando»», dijo un funcionario a la AP.
Un tercer funcionario iraquí, quien también pidió no ser identificado, dijo que fuerzas de seguridad sirias expulsaron a al-Hassan de Siria rumbo a Irak luego que él y un grupo de sus simpatizantes intentaron previamente cruzar la frontera siria rumbo al Líbano y Jordania.
En un comunicado, la oficina del primer ministro interino Ayad Alaui informó que la detención «muestra la determinación del gobierno iraquí para perseguir y detener a todos los criminales que han perpetrado matanzas, y que tienen las manos manchadas de sangre del pueblo iraquí, a fin de llevarlos ante la justicia para que enfrenten el castigo merecido»».
Al-Hassan era el número 36 en la lista de los 55 iraquíes más buscados por las fuerzas estadounidenses, que invadieron Irak en marzo del 2003. De los 55 integrantes de esa lista, sólo 11 siguen prófugos, tras la captura de Al-Hasan, quien también es sospechoso de financiar a los insurgentes tras el derrocamiento de Saddam.
Washington había ofrecido una recompensa de 1 millón de dólares por la captura de al-Hassan.
El comunicado del gobierno señaló que al-Hassan había «matado y torturado a ciudadanos iraquíes»». Añadió que el sospechoso había «participado efectivamente en la planificación, supervisión y ejecución de muchos actos terroristas en Irak»».
Bajo el régimen de Saddam, al-Hassan fue jefe de la temida Dirección General de Seguridad, responsabilizada por reprimir a los grupos opositores. Al-Hassan ha sido acusado de torturar y matar a rivales políticos cuando era jefe de la dependencia.