Siria destruye su sistema de producción de armas químicas

Siria destruye su sistema de producción de armas químicas

DAMASCO. AFP. Siria destruyó su sistema de producción de armas químicas, lo que supone un éxito para la comunidad internacional que tiene en cambio grandes dificultades para organizar una conferencia de paz tras 32 meses de guerra civil en el país.

El emisario internacional Lakhdar Brahimi, actualmente en Damasco, se reúne este jueves con responsables de la oposición tolerada, un día después de haber mantenido una breve entrevista con el presidente Bashar Al Asad. El dirigente le reiteró su rechazo a cualquier injerencia extranjera en las decisiones sobre el futuro del país.

«Siria ha terminado de inutilizar sus instalaciones de producción y ensamblaje de armas químicas», indicó la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), encargada de supervisar la eliminación de éstas en el país árabe en virtud de una resolución de la ONU.

Los inspectores visitaron 21 de los 23 sitios declarados por Siria, y 39 de 41 instalaciones en estos sitios.

Los dos sitios restantes fueron evitados «por razones de seguridad», aunque según Damasco estaban «abandonados», precisó la OPAQ.

Siria ha acatado así la decisión del consejo ejecutivo de este organismo, que le pidió completar «esta destrucción funcional lo más rápido posible, y a más tardar el 1 de noviembre de 2013».

Damasco había presentado el 24 de octubre un programa de destrucción «sistemática, integral y verificada» de su arsenal químico, evaluado en 1.290 toneladas.

Ahora, esas armas y sustancias químicas del régimen sirio han sido precintadas. «Todos los depósitos de armas y sustancias químicas han sido precintados, con precintos irrompibles», declaró a la AFP un portavoz de la OPAQ, Christian Chartier.

«Se trata de 1.000 toneladas de agentes químicos y de 290 toneladas de armas químicas», añadió Chartier, quien precisó que las armas permanecen «en las instalaciones» ya que aún no se está en la «fase de traslado».

El programa presentado por Damasco debe ser examinado en una reunión del consejo ejecutivo de la OPAQ el 5 de noviembre. A partir de ese documento, el organismo fijará las diferentes fechas límite para la destrucción definitiva del arsenal químico sirio, que debe quedar completada a mitad de 2014.

El programa de eliminación de estas armas obedece a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, por el que se evitó una campaña militar inminente de Estados Unidos contra Siria en represalia por un ataque químico cometido en agosto e imputado al gobierno de Damasco.

La OPAQ, que recibió el premio Nobel de la paz, fue encargada de supervisar la destrucción del arsenal químico tras esta histórica resolución de la ONU.

Asad rechaza «injerencias externas». En Damasco, al reunirse con Brahimi, el presidente Asad repitió que sólo el»pueblo sirio» puede «decidir» sobre el futuro de su país, y rechazó cualquier injerencia en favor de la oposición.

«El pueblo sirio es el único que tiene derecho a decidir sobre el futuro de su país. Cualquier solución o acuerdo tiene que estar avalado por los sirios y reflejar su voluntad, sin injerencias externas», advirtió Asad durante esa reunión, según la agencia oficial Sana.

La visita del emisario internacional fue esta vez saludada por la prensa siria, que había tratado a Brahimi de «falso mediador» y de «viajero anciano» durante su anterior visita de diciembre pasado.

«Su visita a Siria empieza de forma positiva y ello se explica por los cambios favorables tanto a nivel internacional como regional, y por la percepción popular y militar que hay sobre lo que ocurre en el terreno», explica Baas, el diario de este partido del mismo nombre que dirige el país desde hace 40 años.

Brahimi, que llegó el lunes a Damasco en el marco de una gira regional, procura obtener una amplia participación en una conferencia de paz para Siria, conocida como «Ginebra 2».

Este diplomático argelino intenta reunir en torno a la misma mesa a representantes del régimen y de la oposición sirias, para hallar una solución política tras más de dos años y medio de conflicto que ha dejado más de 115.000 muertos, según un ONG siria.

La violencia y los enfrentamientos siguen provocando a diario decenas de muertos en todo el país. Según la ONU, el número de refugiados que han dejado el país podría llegar a 3,5 millones a fines de año.

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