DAMASCO.  AFP.  El régimen sirio se mantuvo inflexible ignorando ayer un nuevo ultimátum de la Liga Árabe de cesar la represión so pena de sanciones económicas, mientras que sus fuerzas de seguridad continuaban su campaña para acallar a miles de manifestantes, de los cuales seis murieron.

En Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo estar «dispuesto» para ayudar a la Liga Arabe en su intento por hallar una solución a la crisis en Siria, luego de un pedido en ese sentido de la organización panárabe.

Por la noche, la televisión oficial siria afirmó que las fuerzas de seguridad mataron a 16 miembros de un «grupo terrorista» en Homs (centro), detuvieron a decenas de otros e incautaron una gran cantidad de armas, sin precisar la fecha de la operación.

Desde que comenzó la revuelta popular el 15 de marzo, el régimen del presidente Bashar al Asad no reconoce la importancia de las protestas y atribuye a «bandas terroristas» la violencia contra los civiles.

Tras vencer el ultimátum de la Liga Arabe, miles de sirios manifestaron para denunciar al régimen y apoyar a los disidentes del ejército que multiplicaron los ataques estas últimas semanas contra el ejército regular.

«Hasta ahora, seguimos sin tener una respuesta del gobierno sirio», dijo a la agencia AFP un diplomático árabe después de expirado el plazo, el segundo en una semana lanzado contra el régimen del presidente Asad para que cese la represión que dejó, según la ONU, 3,500 muertos desde marzo.