BEIRUT (EFE).- Las tropas sirias concluyeron ayr su repliegue del norte del Líbano horas antes de que llegue a Beirut Terje Roed-Larsen, el enviado de la ONU para la aplicación de la resolución 1559, que exige la total retirada siria de este país.
El repliegue, que comenzó hace cuatro días, se aceleró en el curso de la jornada en la región septentrional, donde sólo quedan miembros de los servicios secretos sirios, cuya salida también es reclamada por la oposición libanesa y la comunidad internacional.
Las radios y las televisiones locales anunciaron que los militares sirios acantonados en la zona abandonaron sus posiciones, incluido su principal cuartel en la base aérea de Koleiat, a unos tres kilómetros de la frontera siria.
Varios testigos afirmaron que habían visto camiones cargados con soldados, material militar y enseres, que se dirigían al lado sirio de la línea limítrofe, a través del puesto fronterizo de Arida.
El Ejército libanés ha tomado posición en la mayoría de los puestos evacuados, donde los soldados recién llegados se afanan en borrar los distintivos militares dejados por los sirios.
Sin embargo, los servicios secretos sirios permanecen en la región, en especial en la ciudad de Trípoli y sus alrededores. Los uniformados sirios se replegaron asimismo de varias posiciones en las montañas cercanas a Beirut, y se dirigieron hacia el valle de la Bekaa, en el este del país y donde se establecerán hasta que haya un acuerdo entre los gobiernos sirio y libanés para una retirada total.
Los habitantes de varias aldeas de la zona, como Bar Elias y Talabaya, salieron a las calles con banderas libanesas y fotos del asesinado ex primer ministro Rafic Hariri, exigiendo el repliegue sirio y «la sola presencia» en el área del Ejército libanés.
En la ciudad de Zahle, asimismo en el valle de la Bekaa, cientos de estudiantes se manifestaron también en favor de la salida siria, y corearon lemas como «libertad, independencia y soberanía».
El repliegue fue ordenado el sábado por el presidente sirio, Bachar al Asad, tras el incremento de las presiones de la comunidad internacional desde el asesinato de Hariri, de cuya muerte la oposición libanesa culpa al régimen de Damasco. Mientras los soldados sirios prosiguen su repliegue, la crisis política interna se agudiza y las posturas parecen inconciliables.
La oposición, que rechazó el nombramiento otra vez del pro sirio Omar Karame como primer ministro -diez días después de que dimitiera del mismo puesto tras presiones populares-, mantiene su postura y pide una retirada total siria, investigaciones internacionales para aclarar el asesinato de Hariri, un gobierno neutral y la destitución de altos responsables de los servicios de seguridad.
Sin embargo, el primer ministro designado, que rechaza esas reivindicaciones, volvió a insistir hoy en la formación de un gobierno de unidad nacional, ya que estima que es la única manera de salir de la actual crisis.
Karame volvió a responsabilizar a la oposición por el estancamiento institucional en que se encuentra el país.
«Nosotros tendemos la mano» dijo Karame, quien en un aparente gesto de buena voluntad pospuso una manifestación prevista hoy en Trípoli a favor de Siria, y dio como excusa el mal tiempo.
Estos acontecimientos se producen cuando se espera para esta noche la llegada a esta capital de Terje Roed-Larsen, encargado por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, de la aplicación de la resolución 1559, que exige la retirada siria y la no injerencia de las autoridades de Damasco en los asuntos de este país.
Roed-Larsen, que viajara mañana a la capital siria, dedicara esta primera visita a Beirut a presentar su pésame a Hariri, antes de regresar el domingo al Libano, para mantener encuentros de carácter político con las autoridades locales.
En ruta hacia Beirut, el funcionario de la ONU advirtió hoy en Aman, donde realizó una escala, que la organización internacional aún espera que Siria fije una fecha definitiva para su retirada del Líbano, ya que Al Asad sólo precisó el pasado fin de semana que las fuerzas de su país se acantonaran este mes en el valle de la Bekaa, pero no precisó cuando regresaran en su totalidad a Siria.