El primer paso fue regional, con el regreso de Siria a la Liga Árabe en 2023. Desde entonces, el régimen ha proseguido sus esfuerzos, ayudado por Emiratos Árabes Unidos. «Son los pioneros de este proceso de normalización», señala Thomas Pierret, investigador del Instituto de Investigación y Estudios sobre el Mundo Árabe y Musulmán (Iremam).
La operación sigue en marcha con Arabia Saudita. Pero para el investigador, «no es un éxito completo para el régimen. Jordania y Egipto han desempeñado un papel importante en este proceso y están bastante decepcionados. Existía la esperanza de que la normalización permitiera avanzar en la lucha contra el narcotráfico procedente de Siria y en la cuestión del retorno de los refugiados. Algunos diplomáticos de estos países consideran que se han hecho muchas concesiones al régimen y poco a cambio”.
«El régimen sirio es un protectorado ruso-iraní de facto»
Mientras que algunos países de la región han aprovechado la guerra de Gaza como una oportunidad para reafirmarse en la escena internacional, Siria ha permanecido muy callada. Sin embargo, su territorio se ve directamente afectado por la guerra, con ataques israelíes contra objetivos iraníes en su territorio, así como ataques contra bases estadounidenses. «Hay que entender que hoy el régimen sirio es de facto un protectorado ruso-iraní. Es un régimen que no controla totalmente su política exterior. Permanece en silencio porque sabe que su supervivencia depende de la influencia iraní”, asegura Pierret.
Los países occidentales no han levantado las sanciones impuestas a Siria. Pero Mego Terzian, director de la ONG Mehad, fundada en 2011 por médicos franco-sirios, observa una contradicción en el posicionamiento. «Por un lado, las sanciones siguen vigentes, pero al mismo tiempo los donantes institucionales y la comunidad internacional en general hablan de normalizar las relaciones con el régimen sirio y de gestionar el país en una situación de posconflicto. Sin embargo, el conflicto sigue vigente, aunque el nivel de violencia haya disminuido. Se plantean cuestiones como: ¿cómo establecer una gestión de residuos? Y esto cuando lo básico no está garantizado. Muchas personas llevan 10 años viviendo en tiendas de campaña en el noroeste del país. En todas las zonas, la situación sanitaria es muy grave, con falta de higiene, escasez de agua en los campamentos y falta de alimentos. Hay una emergencia humanitaria que se ha hecho crónica, y es ilusorio hablar de normalización, reconstrucción o desarrollo».
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha anunciado que no podrá seguir distribuyendo alimentos en Siria en 2024. La propia ONG Mehad ha perdido a su principal donante.