PUERTO PRINCIPE, (AFP) – El saliente presidente de Haití, René Preval está acusado de amañar las elecciones pero a primera dama, Elizabeht Preval, asegura que su marido no es el culpable del caos político en ese país arrasado por un terremoto hace un año.  

A pocos días del primer aniversario del devastador sismo deque devastó Haití del 12 de enero de 2010, que dejó más de 200.000 muertos, la señora Préval se ofusca con quienes acusan al presidente de ser responsable de los problemas del país más pobre de América.  

 «No es Préval el que creó la situación de exlusión y de miseria en Haití. Al contrario, él trabajó durante los últimos cinco años por la estabilidad», sostiene su esposa, quien recibe a la AFP en su casa, dado que el palacio presidencial sigue en ruinas.  

 «La estabilidad política es un logro importante que él deja al país», estima la primera dama. «Esa herencia debería ser protegida para que las perspectivas de crecimiento económico y desarrollo humano se conviertan en una realidad a largo plazo», afirma esta ex asesora económica de la presidencia, que se casó con Préval pocos meses antes del sismo.  

 «Gracias a su agudeza política, evitó muchos problemas al país, al acercar grupos antagónicos y favorecer el diálogo», observa la esposa del presidente, quien hace referencia a los avances realizados antes de la catástrofe.  

 «Haití estaba sobre una pendiente ascendente. En diciembre de 2009, los indicadores clave daban cuenta de un crecimiento económico positivo, una estabilidad política, un calma social y un aumento de la confianza de los inversores», dice la señora Preval.  

René Préval debe en principio dejar la presidencia el 7 de febrero, pero no excluyó prolongar su mandato si su sucesor no es designado antes de esa fecha.

El país atraviesa una crisis política desde la primera vuelta la elección presidencial del 28 de noviembre, cuyos resultados son cuestionados.   La segunda vuelta, prevista para el 16 de enero, puede ser postergada, a la espera de una evaluación del proceso electoral por la Organización de Estados Americanos (OEA).  

«Estoy muy ansiosa, porque la estabilidad de Haití estará en peligro si la crisis electoral no se resuelve con la mayor serenidad», comenta.   La primera dama asegura que su marido, llegado al poder el 14 de mayo de 2006 para un segundo mandato, dejará pronto el cargo: «El presidente y yo misma terminamos. Queda poco tiempo para el fin de su mandato.

Le puedo asegurar que el presidente Préval está decidido a retirarse no bien se instalen el nuevo presidente y el nuevo Parlamento».   «Préval no es parte activa de al crisis electoral, porque no es candidato», dice Elisabeth Préval. «Su papel es proteger la estabilidad y garantizar que la crisis se resuelva de acuerdo con la Constitución, la ley electoral y a la luz de las recomendaciones de la misión de expertos de la OEA».