Hoy 
Cómo se estarán construyendo nuestras ciudades de hoy, serán éstas resistentes a las convulsiones telúricas? ¿Estamos usando los diseños adecuados para que se construyan grandes edificios en zonas de riesgo sísmico?
Las inquietudes planteadas en la primera edición del libro El día del terremoto de 1946, de la autoría de Leonardo de Jesús Reyes Madera, ponen de relieve el hecho de que el 63% de las edificaciones requería un estudio en su estructura porque tienen deficiencias.
La obra llama a los profesionales del área a tomar en cuenta y a valorar la calidad y la forma de aplicación de los materiales de construcción.
El presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosismica), Reyes Madera, explica que actualmente, además de excelentes técnicas de construcción y procesamiento de los concretos, el país cuenta con profesionales especializados en las áreas de ingeniería estructural e ingeniería sismo-resistente, cuya formación les da la oportunidad de manejar y entender un poco más de lo que puede pasar en una edificación sometida a un sismo, antes y después que esta sea construida.
En su libro, Reyes Madera señala que una de las cosas más importantes que le queda a los profesionales de la construcción es ser cada día más condescendientes con la responsabilidad que les ha tocado vivir, así como depositar todo el nivel de compromiso hacia la preservación de la vida de las personas que ocuparán sus obras de ingeniería.
Reyes Madera señala que no hay ni excusas ni sorpresas, porque el país ha estado consciente de las amenazas sísmicas, aunque hoy probablemente los responsables prefieran sentarse de espalda a esa realidad, tal como pasó cuando el terremoto del cuatro de agosto de 1946.
Insiste, que estamos expuestos a la ocurrencia de otro terremoto que ponga a prueba las edificaciones que se han levantado a partir del 1946, cuando ocurrió el movimiento sísmico más violente de toda la historia dominicana.
El terremoto de 1946 causó daños en las vías férreas, en propiedades privadas, en las líneas de los ferrocarriles, que quedaron casi incomunicados, la tierra se agrietó, los ríos se detuvieron o pararon su curso, muchos surgieron y otros desaparecieron.
En ese sentido, propone que se comience un plan a nivel nacional en el que se exprese de una forma más clara nuestra realidad sísmica sobre una base que no dependa de imaginación y de la suposición, sino más bien de las experiencias comprobables que nos han ocurrido. La Ley 201-2011 establece que las condiciones de construcción en el país deberán iniciarse con una revisión de toda la infraestructura nacional, especialmente las que alojan gran cantidad de personas, como condominios, centros de estudios, iglesias y hospitales.
El presidente de Sodosismica resalta que otros países con alto riesgo de terremoto, como Colombia, en su capital Bogotá; Chile, México y Japón han tomado las providencias de lugar para proteger a su población, lo que según sus observaciones no se ha hecho en en el país.
Realidad actual
Pese a que en el país se promulgó un Código Sísmico en el año 1979, hasta ahora no se ha puesto en práctica ningún control en las construcciones, El 90 por ciento de los edificios construidos en el ensanche Naco son de pisos suaves y un 70 por ciento se levantó sin planos aprobados por las autoridades.
