POR UBALDO GUZMAN M.
El sistema nacional de salud es muy desarticulado, ineficiente, desregulado e inequitativo, afirmó ayer el coordinador de la Comisión Ejecutiva para la Reforma del Sector Salud(CERSS), doctor Gustavo Rojas Lara.

También dijo que por esa razón y por unos 50 años, el país ha tenido uno de los sistemas de salud más caros y con menos satisfacciones de los usuarios.

Sostuvo que la CERSS ha venido trabajando arduamente, junto con las demás instituciones y sectores, en la lucha por cambiar ese sistema.

A su juicio, el sistema de salud dominicano durante muchos años ha sido eminentemente curativo, anárquico, hospitalario y subvencionando la oferta, no la demanda.

Consideró que esa situación permitió que floreciera un sector privado muy fuerte. Es un derecho, dijo, del Estado proveer salud a la población. Indicó que se ha tratado de cambiar al sistema de salud, el cual junto al sector educación, constituyen ejes fundamentales para el progreso de los países.

Consideró que ningún país del mundo progresa sin salud y sin educación.

Citó como ejemplo a Israel que puso a producir en el desierto, de donde sacó agua.

Expresó que la mayor riqueza de una población son sus personas, pero que para educarse se necesita estar sana para ser capaz de generar riqueza.

Indicó que la CERSS está apostando junto a la Secretaría de Salud Pública, el Programa Esencial de Medicamentos (PROMESE), el Seguro Nacional de Salud (SENASA) y el Gabinete Social, a tratar de transformar el sistema.

En ese sentido, dijo que tienen grandes retos, grandes intereses que se afectan y obstáculos por vencer. Expresó que del desorden de la salud se han beneficiado personas de los ámbitos empresarial, privado, sindical y gubernamental.

Manifestó que el proceso para que a la población le llegue una salud de calidad, con protección y cobertura involucra a todos los sectores de la sociedad.

La gran debilidad de la reforma del sector salud es que, “no ha podido enamorar a la población, no ha podido empoderar”.

Expresó que cuando se acude a las zonas más necesitadas, la población no sabe de la reforma sanitaria, ni le interesa el Seguro Familiar de Salud, ni lo entiende.

Cree en el momento en que el proceso de salud sea asumido por la población y por el Estado, no por partidos políticos.

“La salud y la educación son procesos de Estado. Son procesos que deben de ser vistos desde la población, asumidos por la sociedad y nosotros eso no lo hemos logrado”, sostuvo.

Indicó que uno de los grandes retos es lograr que la sociedad dominicana se empodere, incluido desde el más rico hasta el más pobre.

Sostuvo que enfermarse es una desgracia, pero que curarse constituye un privilegio, tras lamentar que las enfermedades afecten más a los pobres.

Consideró una irresponsabilidad colectiva de todos los actores no trabajar por cambiar esa situación.

Dijo que la razón de ser de un médico privado es que haya enfermos, mientras la razón de ser de un funcionario de salud es que la población esté sana.

Indicó que es más barato mantener a la población sana que curar a las personas.

A su juicio, los médicos que más aparecen en los periódicos son aquellos que realizan operaciones de corazón.