Sistema educativo dominicano en evidencia

Sistema educativo dominicano en evidencia

Las recién finalizadas pruebas nacionales correspondientes a la primera convocatoria del cuarto año del bachillerato, han puesto en evidencia a nuestros educadores y al sistema educativo en general en torno a la baja calidad de los niveles de enseñanza con que se pretenden formar nuestros jóvenes.

Para nadie es un secreto que dentro de las prioridades de nuestra juventud, no esta la de ser honestos estudiantes y responsables discípulos de los libros y los maestros.

Tampoco debe ser un secreto que los maestros dominicanos, cada vez se preocupan menos por sus alumnos y que su norte básicamente esta centralizado en que sean promovidos de su sección o curso, ya que con esto no se les cuestionara por las reprobaciones masivas que se pudieran derivar de su ejercicio profesional.

A esto hay que agregarle que muchos de nuestros educadores, principalmente en los colegios, en muchos casos, ni siquiera han realizado los estudios necesarios para impartir docencia y que para ellos educar se traduce solamente en un medio de subsistencia, muy mal remunerado por cierto.

La prensa nacional ha recogido que solo un 40% de los bachilleres aprobaron las asignaturas de matemáticas y de lengua española eso de por si es una gran critica a la educación dominicana, pero es que aun hay mas, de ese 40%, tímidamente señalado, solo un 20%, realmente aprobaron la materia, puesto que el resto se valió de compras de los temarios y de los exámenes para pasar y un grupo fue favorecido por los propios profesores que sirvieron de jurados.

Un prerrequisito para alcanzar el grado de bachiller lo representa el hecho de haber trabajado 60 horas en una institución de servicio, como forma de vincular a los estudiantes a los diferentes aspectos sociales de la vida nacional,

En cuanto a esto si el 5% realmente hubiera prestado  los servicios, fuera un éxito, lo real es que la gran mayoría consiguió con el apoyo de sus irresponsables padres y tutores y también en muchos casos las direcciones de los centros educativos, una carta certificada de las instituciones diciendo que allí estuvieron los estudiantes, mientras estos se dedicaban a otros afanes desligados de la correcta formación humana y académica.

En conclusión, es necesario que el tema de la educación sea encarado como un TEMA PAIS, que revisen los estándares académicos, que se responsabilicen los centros, el ministerio y los padres y tutores para que no sigan otorgándole certificados de bachilleres a personas que no saben leer, ni escribir y mucho menos comprender las ciencias y las matemáticas.

Es una vergüenza ver los escritos en las redes de jóvenes estudiantes que parecen analfabetos.

Es una vergüenza hacerles una sencilla pregunta a los bachilleres por que o se quedan callados o responden con un  disparate. Es una vergüenza que los profesores se fijen mas en las alumnas y su desarrollo físico, que en el desarrollo intelectual y es una vergüenza que colegios pretendan cobrar por una educación que no tiene nivel, a un precio que no coresponde con lo que ofrecen.

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