La Superintendencia de Bancos  dio a conocer ayer los resultados obtenidos de la más reciente aplicación de las pruebas de estrés, según los cuales durante el segundo semestre del 2012, el sistema financiero dominicano registraría un crecimiento positivo superior al primer semestre del mismo año, al crecer los activos en 7.1%, en base a un entorno económico estable.

Además,  las disponibilidades crecerían en 4.1%; las captaciones en 12.0%; la cartera de crédito en 5.9%; la morosidad se mantendría estable en alrededor de 2.7% y la solvencia en 14.0%.

El informe, dado a conocer por el superintendente de Bancos, Haivanjoe NG Cortiñas, indica que a  mediano plazo las pruebas de estrés muestran un ritmo de crecimiento más robusto, aunque inferior a su nivel potencial.

Bajo ese contexto los activos crecerían a partir del 2013 a una tasa de 10.0%; la cartera de crédito en 12.9%; las disponibilidades en 6.0% y las captaciones en 11.6%.

Respecto al riesgo de liquidez, el sistema financiero mantendría un bajo nivel de exposición; el riesgo cambiario también sería bajo y el del mercado continuaría siendo el de mayor impacto.

En cuanto al escenario de deterioro del entorno macroeconómico internacional, los resultados de las pruebas de estrés mostraron que el sistema financiero se mantendría relativamente estable. Los activos crecerían en 7.1%, las disponibilidades 1.7%, las captaciones 9.9% y la cartera de crédito 9.3%.

En relación con los riesgos de liquidez y cambiario no se observaron cambios significativos y el sistema no requeriría capital adicional, ante los cambios macroeconómicos, pues la solvencia se situaría en 13.8%.

En lo relativo al escenario del deterioro de las condiciones macroeconómicas internas, inducido por los déficits fiscales y de cuenta corriente, el análisis señala que el impacto a nivel de las variables claves sería leve, debido a las estrategias de políticas monetarias implementadas por la administración monetaria y financiera.

Los resultados de este escenario sitúan  los indicadores de la siguiente forma: Los activos crecerían en 8.4%; las disponibilidades en 3.8%; la cartera de crédito en 11.8%; las captaciones en 11.9%; la morosidad en 2.7%, y el nivel de provisiones requeridas en RD$131.9 millones, y la solvencia en 13.4%.

Bajo el escenario macroeconómico hipotético, asociado a una desaceleración económica generalizada, los resultados de las pruebas de estrés indican que el impacto sería severo en el sector bancario, pues los activos aumentarían en 4.1%; la cartera de crédito 2.9%; las captaciones 4.7% y la solvencia en 14.5% y  las disponibilidades disminuirían  un 4.5%.

Finalmente, bajo el supuesto de un escenario microprudencial adverso, vinculado a una migración del 20% de los préstamos comerciales clasificación “A” hacia las categorías “D” y “E” en la misma proporción, los resultados de las pruebas de estrés tendrían un impacto importante en la solvencia del sistema financiero al colocarse en 8.3%.

En conclusión, la aplicación de las pruebas de estrés realizadas por la Superintendencia de Bancos muestran por parte del sistema financiero dominicano una buena capacidad de resistencia ante los eventos señalados en cada uno de los escenarios macroeconómicos, que situarían a la solvencia por encima del 10.0% requerido y respecto al escenario microprudencial por debajo del parámetro de referencia, al colocarse en 8.3%; por lo que el sector bancario sería más sensible a los choques de tipo microprudencial.

Las pruebas de estrés son aplicadas por la SB y se hace periódicamente con el objetivo de identificar con antelación los riesgos emergentes y las vulnerabilidades potenciales que pudiera presentar el sistema financiero y las entidades que lo componen.

La aplicación de las pruebas de estrés se realizaron a los 15 bancos múltiples que operan en el país, los cuales representan el 82.3% del total de activos del sistema financiero dominicano, que asciende a RD$905,417.4 millones.

El enfoque  metodológico utilizado en las pruebas de estrés fue el de abajo hacia arriba (bottom up), que considera el impacto de los shocks simulados tanto a nivel individual de las entidades como a nivel agregado; y el mismo fue sustentando en un modelo de 120 ecuaciones econométricas dinámicas y cointegradas que permiten realizar los ejercicios de simulación.

NG Cortiñas agregó que al aplicar el modelo se consideraron los entornos macroeconómicos internacional y doméstico como factores de riesgo; así como otros riesgos emergentes.

En relación con los entornos macroeconómicos, en el plano internacional fue considerado la persistente incertidumbre, riesgos y tensiones en la zona euro, especialmente por la complicación de su deuda soberana, así como la desaceleración de la economía de los Estados Unidos.

En el plano doméstico, se consideró la desaceleración de la economía, la baja en la tasa de inflación, la base monetaria restringida, los tipos de tasa de cambio y de interés, entre otras variables.

Sobre la base de los entornos, se construyeron tres escenarios, el macroeconómico base, el adverso y dentro de este, el externo, el interno y el hipotético, y el tercero de los escenarios fue el microprudencial, informó el funcionario.

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 Bajo el escenario macroeconómico hipotético, asociado a una desaceleración económica generalizada, los resultados de las pruebas de estrés de la Superintendencia de Bancos indican que el impacto sería severo en el sector bancario, pues los activos aumentarían en 4.1%; la cartera de crédito 2.9%; las captaciones 4.7% y la solvencia en 14.5% y  las disponibilidades disminuirían  un 4.5 por ciento.