Para bajar la contaminación que provoca la ausencia de un eficiente sistema de tratamiento de aguas residuales se deben rehabilitar de inmediato las plantas de tratamiento y los alcantarillados sanitarios, y construirse 150,000 letrinas para reducir la “fecalidad” en zonas rurales donde la población no tiene acceso a inodoros ni retretes.

Esas recomendaciones están contenidas en el Diagnóstico Nacional de Aguas Residuales y Excretas, realizado por el consultor Leonardo Mercedes para el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan).

El experto entiende que intervenir las plantas de tratamiento de aguas residuales es una prioridad, y debe incluir un entrenamiento al personal para mejorar su funcionamiento.

El resultado debería ser un aumento de la eficiencia de esas plantas, “asegurar la medición de caudales influentes y efluentes de las mismas, así como el control y monitoreo de su calidad para el cumplimiento de los requisitos de las normas de vertido del Ministerio de Medio Ambiente, y reducir la contaminación de los cuerpos receptores por vertidos sin tratar”.

Con relación a los alcantarillados sanitarios se plantea que se normalice la frecuencia de limpieza para recuperar una considerable cantidad de sistemas cuyos conductos están obstruidos por la baja o casi nula frecuencia la limpieza de sus redes.

Esa situación provoca, según las explicaciones de Mercedes, la inutilización parcial o completa de esos sistemas, lo que impide que las aguas residuales lleguen hasta las plantas de tratamiento para ser tratadas.

Las propuestas de saneamiento también incluyen la implementación de un programa de rehabilitación de plantas de tratamiento de aguas residuales.

El objetivo de la intervención sería reducir la contaminación de las aguas superficiales y subterráneas causadas por el vertido de 27.41 toneladas métricas por segundo de aguas residuales sin tratar que van a los cuerpos receptores.

Para conseguir ese objetivo hay que poner en funcionamiento las 27 plantas de tratamiento de aguas residuales que están fuera de servicio en diferentes puntos del país.

La estrategia de saneamiento abarca la creación de un programa nacional de letrinización, “para atacar desde ya la práctica de fecalismo para empezar a reducir, hasta hacerlo desaparecer, este flagelo social que denigra la condición del ser humano del siglo XXI”, afirma Mercedes en el estudio diagnóstico.

Ese programa “debe comenzar con la puesta en marcha de un programa de construcciones masivas de 150 mil letrinas, en un plazo de 3 años, en las comunidades donde esta práctica está más generalizada, bajo la responsabilidad del Inapa y las CORA en sus respectivas jurisdicciones, en coordinación con ayuntamientos, juntas directivas, ONG y cooperantes, bajo la supervisión del MSP”.

Un 6% de la población del país, sobre todo de las zonas rurales, carece de inodoros o letrinas para hacer sus necesidades fisiológicas. Por esa razón -de acuerdo al resultado del referido estudio- se producen 41,370 toneladas de lodo fecal que contamina las aguas superficiales y subterráneas.

Mercedes también propone, como medidas a corto plazo para enfrentar las consecuencias del deficiente sistema de saneamiento ambiental, la aprobación de la Ley Marco del Sector Agua Potable y Saneamiento, el diseño e implantación de un Sistema de Información Sectorial de Agua Potable y Saneamiento (SISAPyS), separar las cuentas correspondientes al saneamiento de las cuentas de agua potable y mejorar y evaluar el desempeño institucional.

Medidas a mediano plazo. Mercedes plantea en su informe que el sector de saneamiento de las aguas residuales requiere de un acompañamiento permanente.

En ese sentido propone, como medidas a mediano plazo, el diseño e instalación de sistemas de información gerencial en las entidades del sector, a fin de mejorar la planificación de las políticas que se apliquen en el futuro.

De igual modo, se deben implementar políticas sectoriales que tengan como base la Estrategia Nacional de Desarrollo; y se debe crear un Plan Estratégico de Desarrollo del Sector de Agua Potable y Saneamiento para superar las debilidades, déficits e inequidades.

Mercedes también sugiere la puesta en práctica de un Sistema de Control y Vigilancia de la Calidad en Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales, ante la ausencia de control de las mediciones.

El experto igualmente propone, entre otras medidas, establecer mecanismos de coordinación entre el sector agua y saneamiento, el Ministerio de Medio Ambiente, el Inapa y las corporaciones de acueductos privados.

Asimismo, construir nuevos sistemas de alcantarillado sanitario, dado que la cobertura nacional es de apenas un 24%, e implementar un programa innovación tecnológica en saneamiento acorde con las condiciones socioeconómicas, climáticas e hidrológicas del país.