El colapso que registra el Sistema de Seguridad Social del país amerita que se le haga una reforma urgente, porque es inequitativo, costoso, y con un nivel de intermediación exageradamente rentista cuyos grandes beneficiarios son las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS).
Esa situación repercute en los afiliados cuando se limita la cobertura de servicios para diagnósticos, intervenciones quirúrgicas o medicamentos. En ese caso el paciente tiene solo dos caminos: pagar el alto costo de los servicios que se le niega, o esperar que su salud se deteriore.
Esos planteamientos los externaron representantes de la Sociedad Dominicana de Cardiología (Sodocardio) en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, donde expresaron sus preocupaciones por las debilidades del sistema de salud, y las desventajas que también tiene la clase médica por el congelamiento del pago de honorarios desde el 2007.
La doctora Claudia Almonte, presidenta de la entidad, expresó que desde el 2002 el sistema de salud no ha sido actualizado correctamente para beneficio de la población, y para el adecuado abordaje de la intervención médica.
En ese sentido se refirió al caso particular de la Cardiología, especialidad que registra grandes avances con cirugías mínimamente invasivas que reducen la morbi-mortalidad de los pacientes, siempre y cuando el servicio esté incluido en el catálogo de la ARS, o en su defecto éste pueda pagarlo con sus propios recursos.
Al hacer el señalamiento hizo un llamado a las autoridades del sector salud para que gestionen lo más pronto posible una revisión y actualización del catálogo de servicios de las ARS.
Sobre el mismo aspecto se refirió el doctor José Luis Peña Reyes, cardiólogo de la Clínica Corazones Unidos, quien expresó con asombro que el único procedimiento que cubren las ARS para problemas arteriales periféricos es una técnica en desuso que data de 50 años.

“Cuando vamos al catálogo no se incluye ningún tratamiento para las enfermedades arteriales periféricas, de las extremidades inferiores, que representan problemas severos.
“El único que cubre es la envoltura de aneurismas con parte del intestino, es una técnica que tiene más de 50 años que no se usa, y eso es lo único que existe como cobertura, una técnica que se le aplicó a Albert Einstein pero que ningún cirujano de este tiempo la utiliza”.
Peña Reyes afirmó que esa situación es grave porque las enfermedades cardiovasculares representan la segunda causa de muerte en el país.
“Los procedimientos que no cubren las ARS son de alto costo. Por ejemplo, un resincronizador, que se usa para deficiencias cardíacas, cuesta 20,000 dólares, no está en el catálogo, y el infeliz dominicano que sale de un barrio y requiere ese dispositivo cuando va a una ARS simplemente le dicen que no tiene cobertura.
“Entonces usted simplemente tendrá que morirse. Pero cuando un alto gerente de las ARS necesita un procedimiento de esos sí lo cubre”, afirmó el especialista.
Violación a la ley de salud. El doctor Santos Ramírez, presidente del Consejo de Sociedades Médicas Especializadas, entiende que las ARS deberían desaparecer del sistema porque su intermediación no beneficia a la población.
Para argumentar ese planteamiento expresó que de todos los países de Latinoamérica, República Dominicana es donde más se gasta en salud, pues los ciudadanos pagan alrededor del 70% de su presupuesto por ese concepto, mientras las ARS tienen una rentabilidad de 5,000 millones de pesos al año.
“Hay un colapso en el sistema de seguridad social, solo la parte financiera de la ley establece a quién se atiende y cómo.
“Para nadie es un secreto que la ley nace en 2001 y no es hasta 2007 que se introduce el Seguro Familiar de Salud, pero se violó esa ley al crearse un plan de servicios distinto al original con el PDSS, que es opuesto al Plan Básico de Salud”.

Más inversión para salud. El presidente electo de Sodocardio, el doctor Fausto Warden, consideró que el eje primordial de cualquier sistema de salud debe ser la población, por lo que debe procurarse que los medicamentos sean asequibles, “no puede ser que los pacientes tengan tantos problemas para adquirir los medicamentos”.
En otro orden consideró que el Estado dominicano debe disponer de más recursos para el sector salud, porque es inconcebible que se invierta menos de un 2% del PIB”.