Quito.- La situación en Ecuador, afectado por un terremoto que asoló hace una semana la costa norte del país, y el proceso de destitución contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, centraron hoy la discusión de los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en Quito.
Los ministros de Exteriores de la Unasur se encontraron en la sede de la Secretaría General en la capital ecuatoriana en una reunión ordinaria del Consejo de Cancilleres, que empezó con un minuto de silencio por las víctimas del terremoto en este país andino.
La cita inició con la entrega de la presidencia temporal de la Unasur, de manos del canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, a su homóloga Delcy Rodríguez, de Venezuela, país que ostentará esa función por un año.
El secretario general del grupo, el expresidente colombiano Ernesto Samper, destacó la voluntad de la región para comprometerse con Ecuador y dijo que esa muestra de solidaridad con el país azotado por el terremoto, pone en el tapete de la discusión el proyecto de “ciudadanía suramericana».
Ese concepto supone que “los 420 millones de suramericanos que habitan en los 17 kilómetros cuadrados” que tiene la región, tengan la “posibilidad de moverse para trabajar, para pensionarse (pensiones de jubilación), para elegir sus autoridades” en el espacio suramericano, explicó Samper.
La posibilidad de hablar de este tema, “nace de las muestras, de las expresiones de solidaridad con el pueblo ecuatoriano” que han hecho todos los países suramericanos, remarcó al insistir que el otro tema que preocupa a la región es el avance del proceso de destitución contra la presidenta de Brasil.
“Estamos muy preocupados por la situación de la economía” y, sobre todo, de que “la mala economía ha dañado la política, que la política está creando condiciones de ingobernabilidad” en varios países de la región, subrayó el secretario de la Unión.
“Vemos que se está avanzando rápidamente en el juzgamiento de la Presidenta, sin que exista, a nuestro juicio, ninguna prueba” que determine su culpabilidad, añadió Samper al advertir de que su eventual suspensión del poder “sería una preocupante circunstancia para toda la región». Brasil, dijo, está en una especie de “sala de cuidados intensivos de la Unasur”, por lo que resaltó el diálogo de cancilleres para buscar estrategias de apoyo a la democracia brasileña.
“Esperamos que los actores (políticos en Brasil) reiteren su compromiso con la democracia y que la presidenta Rousseff pueda salir bien librada de este impasse”, remarcó Samper.
El secretario dijo que el Consejo de Cancilleres de Unasur hará un pronunciamiento oficial al respecto tras concluir la reunión de hoy en Quito. A la cita han acudido cinco cancilleres, cuatro vicecancilleres y tres secretarios de Relaciones Exteriores. La Unasur está integrada por Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.