Brasilia, (AFP) – La situación creada en Haití por el fuerte terremoto del martes es «gravísima» y el gobierno brasileño analiza la mejor forma de contribuir con ayuda humanitaria urgente, dijo este miércoles el canciller de Brasil, Celso Amorim, en una improvisada conferencia de prensa.

«Estamos ante una tragedia de grandes proporciones. La situación en Haití es gravísima y estamos ahora haciendo una evaluación de las necesidades prioritarias para el pueblo haitiano. Es una tragedia de proporciones aún no totalmente evaluadas», dijo el jefe de la diplomacia brasileña.

Amorim recordó que además de los 1.266 militares brasileños que forman la misión de estabilización de la ONU en Haití (Minustah) se hallaban en Puerto Príncipe numerosos ciudadanos brasileños, funcionarios de la ONU y de ONGs.

«Estamos muy preocupados con los brasileños allí, tanto los civiles como los militares, pero también con la situación general del pueblo haitiano», dijo.

Amorim dijo que ya mantuvo contacto con el Subsecretario Adjunto de EEUU para América Latina, Arturo Valenzuela, y que pretende conversar con el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.

Brasil ejerce el comando militar de la misión de estabilización de la ONU en Haití (Minustah).

De acuerdo con Amorim, la principal dificultad ahora para hacer llegar ayuda humanitaria es la precaria condición en que quedó el aeropuerto central de Puerto Príncipe, y por ello se estudia la posibilidad de llevar esa ayuda hasta la vecina República Dominicana y desde allí distribuirla en Haití.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva convocó este miércoles una reunión de emergencia con sus principales ministros.

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