La situación del mercado laboral en España es tan grave que se ha tornado absurda: en ese país hay 102 desempleados por cada vacante de empleo.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer la encuesta de costes laborales de España, en base a la cual se llega a la anterior conclusión, pues revela que el número de vacantes de empleo que existen en el país: 55.238 a cierre de julio, cifra que hay que comparar con el número de parados, que son 5.622.900, según los últimos datos del INE.
Aunque la cifra sobre desemplados por cada vacante se ha reducido desde los 110 que había, por ejemplo, a finales de 2013, aún queda muy lejos de los 17,5 desempleados por vacante existentes antes del estallido de la crisis, en el verano de 2007.
Hace apenas una semana el Consejo de Ministros aprobó un plan cuyo principal objetivo es la creación de empleo estable, la mejora la empleabilidad de los parados y promoción de puestos de trabajo «de calidad». Con este objetivo dio luz verde a la Estrategia de Activación para el Empleo 2014-2016, el Plan Anual de Empleo 2014 y el nuevo modelo de Formación Profesional. Pero las cifras no casan.
Así, según el INE, en el segundo trimestre de 2014 el número de vacantes se situaba en 55.238. De esta cifra, el 85,7% se hallaba en el sector servicios.
Si se pregunta a los empresarios por qué motivo no existen vacantes, un 92,9% de las unidades preguntadas contesta que no tiene vacantes que cubrir porque no necesitan trabajadores adicionales. Y tan sólo un 4,9% alude a los elevados costes de contratación. El resto aporta otros motivos.
Las comunidades con una mayor número de vacantes en el segundo trimestre de 2014 eran Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía, como es lógico. Por su parte, las que menos tenían eran La Rioja, Cantabria y Extremadura.
Si se atiende a la distribución porcentual se observa que Madrid, Cataluña y Andalucía concentran más de la mitad del total de vacantes este trimestre.
Visto el dato desde otra perspectiva, se puede afirmar que España es uno de los países con la tasa de empleo disponible más baja de toda la Unión Europea (UE).