Puerto Plata. Los abogados Eddy Bonifacio e Iris de los Santos y la exconvicta Sobeida Félix Morel lograron conciliar la tarde de ayer en la fiscalía de este distrito judicial, después que ambas mujeres se acusaran de agredirse durante una riña que tuvo lugar el martes pasado.

Según los informes, la riña se generó porque los abogados, que son esposos, se negaron a entregarle a Morel los documentos que validan la compra de una discoteca que adquirió un amigo de ella en el complejo turístico de Playa Dorada. El inmueble tiene un valor de US$720 mil.

La audiencia conciliatoria se efectuó a las 2:30 de la tarde y apenas duró una hora, luego de que todos decidieran ponerse de acuerdo para evitar que el caso llegara a los tribunales judiciales, debido a que hubo querellas de agresión física de ambas partes.
“De nuestra parte no hubo agresión, lo que se produjo fue un malentenido; lo que pasó pasó, por lo que hemos llegado a un acuerdo amigable”, dijo lacónicamente Bonifacio cuando salió junto a su esposa del despacho del fiscal, Osvaldo Bonilla, para ser abordado por periodistas.

Félix Morel explicó que el abogado Bonifacio posee unos documentos del empresario británico, Nick Thomas, su amigo personal, quien la ha autorizado para que reclame la devolución de esos papeles, que demuestran que su defendido compró una discoteca hace siete años por la suma de US$720,000.00, en Playa Dorada.

Afirmó que en este caso ha habido incumplimiento de parte de Bonifacio, quien funge como abogado de Thomas, por lo que procederán legalmente contra dicho profesional del derecho.

Sobeida llegó a la fiscalía junto a varias personas usando un cuello ortopédico porque supuestamente recibió un golpe de parte de Bonifacio, incluso dijo tener en su poder una certificación del Instituto de Ciencias Forenses (Inacif), que demuestra fue agredida, pero en ningín momento mostró a los periodistas ese documento.

Su abogado, Paúl Beras, reveló que ésta padece de inflamación muscular en la parte lateral derecha del cuello, provocada por golpe contundente que “recibió en la galería de las oficinas del abogado Bonifacio”.