En julio del 2003, después que gané las elecciones de Acroarte y antes de mi juramentación como presidente, le hice una carta a los ejecutivos de la Cervecería Nacional Dominicana para que estudiaran la posibilidad de realizar el premio, aunque sea una sola vez, en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto. Prendió la idea y meses después se contrataron dos técnicos que vinieron de EE.UU. para realizar un estudio de factibilidad. Los expertos habían trabajado con grandes estrellas como Michael Jackson y Madonna. Recuerdo que fue un lunes en la mañana que cité en la entrada principal de la media naranja a José Antonio Aybar, secretario general en ese entonces, a Carlos T. Martínez y creo que a Christian Jiménez, mas los dos ejecutivos de Cervecería y los peritos.
Los técnicos rindieron su veredicto: que era favorable la realización del premio en ese lugar, que el problema de la acústica se resolvía colocando paneles, y es propicio para la escenografía y la iluminación, la climatización y para la transmisión de TV, colocándole una cámara en el techo del Palacio.
Siempre he abogado para que el ceremonial salga del escenario del Teatro Nacional, aunque sea una vez.