Sobre diez artículos de Luis Gómez

Sobre diez artículos de Luis Gómez

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Luis Gómez, con quien he mantenido una relación de respeto desde noviembre de 1961, cuando por fin nos conocimos, en ocasión de un viaje clandestino que realicé a Caracas, concedió diez entrevistas al periódico Hoy realizadas por la magnífica reportera Ángela Peña, donde trata algunos temas que me veo obligado a comentar.

Muchos de los episodios que trata en sus diez entrevistas son objeto de amplio análisis en el primero de tres tomos de mis Memorias, que se publicarán en breve, pero hay algunos aspectos que es necesario que los comente en este espacio, cedido gentilmente por la dirección de HOY.

Luis hace un recuento de su vida como político revolucionario, lo cual es legítimo y encomiable, pero incursiona en algunos aspectos que requieren clarificación:

Salta a la vista que Luis omite una referencia (aunque fuera breve) sobre el 14 de Junio y la dirección elegida en la Asamblea del 29 de julio de 1961. Aquella Asamblea se realizó a contrapelo y con la oposición de la Unión Cívica Nacional (UCN), cuyos planes (que eran los planes de la oligarquía dominicana y del gobierno norteamericano) eran los de capitalizar la lucha contra Trujillo, transformándose luego en un gran partido, y con ese prestigio, ganar las elecciones que tenían programadas para diciembre de 1962, dominando así el ejecutivo, el congreso y los delegados a la constituyente.

La Asamblea se celebró, a pesar de que los “cívicos” desplegaron grandes esfuerzos para convencer a los responsables del 14 de Junio de no convertirse en partido político. En dicha Asamblea, algunos de los presentes propusieron que solo se postularan nombres de catorcistas que estuvieran en el país, a sabiendas que, con ello, impedían que Luis Gómez y Pipe Faxas, revolucionarios identificados con Manolo, fueran elegidos en esa dirección.

La Asamblea se realizó y la directiva del 14 de Junio quedó integrada por los doctores Fernández Caminero, Asela Morel y Tabaré Álvarez Pereyra; por Manolito Baquero, Rafael Albuquerque Zayas Bazán, Moncho Imbert y Miguel Lama Mitre. Y además, por Manolo Tavárez, Leandro Guzmán, Vinicio Echavarría, Félix Germán, Alfredo Manzano, Josué Erikson y Miguel Vásquez Fernández.

Los siete primeros, que estaban identificados con la UCN y sus planes, nunca pisaron el local del 14 de Junio que no fuera para llevar recados o propuestas de UCN a la dirección del 14 de Junio y para persuadir a Manolo para que aceptara una de las vicepresidencias de la UCN.

Manolo contaba, entonces, tan sólo con seis miembros leales, y Luis sabe que de estos, Félix Germán fue el mentor y cabeza del llamado “Partido 14 de Junio” (noviembre-diciembre 1962), y que Alfredo Manzano fue expulsado por graves faltas disciplinarias.

Manolo, que poseía una alta capacidad de dirección, sabía que con una dirección tan enclenque, con la mitad de sus miembros identificados con los objetivos de la oligarquía dominicana, del gobierno norteamericano y la UCN, era imposible concebir y ejecutar el compromiso político que su generación de revolucionarios había asumido (siguiendo el ejemplo de la Raza Inmortal).

Actuando en consecuencia, desde el mes de octubre-noviembre de 1961, Manolo fue cooptando a Juan Miguel Román, Roberto Duvergé, Máximo Bernal, Emilio Cordero, Fidelio Despradel, Tomasina Cabral, Papi Viñas y Baby Mejía, a unos designándolos miembros de aquel enclenque comité, y a otros en lo que Luis denomina “infraestructura”, que se empezó a estructurar desde finales del año 1961 con la participación de Leandro y Vinicio Echavarría (que habían sido elegidos en la Asamblea de julio), y con la mayoría de los hombres que Manolo había ido cooptando.

En su amplia exposición, a través de diez entrevistas, Luis se empeña en atribuirle a Fidelio Despradel la idea y formación de la infraestructura, y lo que constituye una evidente manipulación, en dos de esas entrevistas, Luis le atribuye a la infraestructura “sustituir la capacidad política del 14 de Junio y neutralizar a una buena parte de los dirigentes principales (…) era (la infraestructura, F.D.) una institución dentro del 14 de Junio que frustró lo que era la actividad política cotidiana.”(sexta entrevista)

Pero ¿a qué dirección se refiere Luis cuando habla de sustituir “la capacidad política de la agrupación y neutralizar una parte de sus principales dirigentes”? Porque resulta que la llamada dirección era la elegida en la Asamblea del 31 de julio, y esa era una dirección que nunca operó como tal, y que siete de sus integrantes (la mitad) nunca asumieron su rol como tales dirigentes.

Pero si Luis a los que se refiere era a aquel grupo de revolucionarios que Manolo, con su autoridad, cooptó y colocó en posiciones de responsabilidad, entonces, sencillamente, es un contrasentido hablar de “neutralizar a una buena parte de los dirigentes principales”.

Hay un elemento común entre el conjunto de hombres y mujeres que nos han adversado a mí, a Juan Miguel Román, Roberto Duvergé, Hipólito Rodríguez, Sóstenes Peña Jáquez, Baby Mejía, Homero Hernández y al conjunto de esa porción del ala revolucionaria del 14 de Junio, y ese elemento es que terminan presentando a Manolo, que era un gigante, como un ingenuo y como una persona de personalidad débil, ajeno a “los manejos” de “los malos”; como una persona manipulable, sin carácter, capaz de dejarse “empujar” a la epopeya guerrillera y otras aventuras, como la llamada “infraestructura” de Fidelio.

Por otra parte, su afirmación de que ello “frustró la actividad cotidiana” de la organización, es un desliz de Luis. La actividad política cotidiana del 14 de Junio siempre fue abrumadora; abarcaba todo el país y tenía a Manolo y a quienes lo acompañábamos, como sus activistas principales, trabajando de “sol a sol”, todos los días, incluyendo los domingos, en actividades públicas y transparentes. Parece que Luis leyó superficialmente la parte del informe de Manolo a la Asamblea del 8 y 9 de diciembre, cuando este se autocriticaba por la reducción del trabajo político, y no se percató Luis, porque leyó esos párrafos con ideas preconcebidas, que Manolo se refería a los últimos meses del año 1962, cuando tuvimos que adoptar un conjunto de actitudes defensivas, para contrarrestar la feroz persecución del Consejo de Estado, y cuando disminuyó la combatividad y circulación de nuestro periódico 1J4, precisamente, porque uno de los mentores del llamado “Partido 14 de Junio” lo era Félix Germán, director del periódico, quien desde mediados del año 1962 se fue apartando de la línea revolucionaria del partido.

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