Las autoridades monetarias informaron que el crecimiento de la economía se había acelerado alcanzando 7.1% en 2015, creando 165,799 puestos de trabajo, bajando el desempleo un punto porcentual y situarse la tasa en 6%. No obstante los números ser extraordinarios es mejor no hacer bulla, conviene cautela, porque pocos son los que no se preguntan qué pasó, el crecimiento supera y por mucho (6 puntos porcentuales) la media (1.1%) de América Latina, cuando las principales economías de la zona euro, de Asia y países emergentes están estancadas o en recesión.

Dejando de lado la enorme diferencia del PIB, el desenvolvimiento dominicano solo es comparable con el de los Estados Unidos, donde se crearon 2.95 millones de puestos de trabajo, el desempleo se redujo 1.1%, para caer a 5.6%. El problema es que si el PIB dominicano creció 4.6% y se crearon 69,801 empleos en 2013, aceptando que la economía creció 7.1% en 2014, no pudieron crearse más de 110 mil empleos. Por lo menos 55 mil empleos netos necesitan explicación.

Comparemos con los ingresos fiscales. Se sabe que hay consenso en la literatura especializada de que si la economía crece sucede lo mismo con los ingresos. No solo lo confirma la historia de las finanzas públicas dominicanas, también nos dice que, por lo general, la recaudación crece más que el PIB nominal.

Observemos los siguientes datos. En promedio, los ingresos del Fisco crecieron 16.8%, superando el 14.76% del producto, periodo 1992-2014. Los ingresos aumentan 20.35% y 16.56% el producto entre 1992 y 2007. El comportamiento histórico se interrumpe cuando los ingresos crecen 8.69% y 10.64% el producto, años 2008-2014. Podría ser casual, pero hay que estudiarlo de manera rigurosa y luego dar explicaciones.

Otra insuficiencia. En los Estados Unidos los síntomas del inesperado crecimiento se sintieron en las calles, no fue el caso en República Dominicana. Y según los datos publicados debió ser igual, en el norte el gasto privado fue responsable del crecimiento, estimulado por los bajos intereses. Nuestras autoridades monetarias dejaron entrever que el alto crecimiento tenía igual explicación, destacaron que los préstamos a la producción aumentaron 17%. Como la tasa de aumento difiere poco del 14% del 2013, debe buscarse otra causa.

Pero tampoco lo fue el gasto público, me explico. La experiencia histórica nos dice que la acción del gobierno es la diferencia entre crecer mucho y crecer poco. Sin embargo, en 2014 se ejecutó casi la totalidad de los ingresos fiscales presupuestados, mientras el gasto total (corriente y de capital) creció 8%, por debajo del 14.6% presupuestado, ambos comparados con 2013. Como consecuencia, el déficit fiscal del 2014 ni siquiera llegó a los RD$77,709 millones presupuestados.

Además, los cuadros publicados por las autoridades monetarias comprueban que ni el mayor financiamiento bancario ni el gasto público explican el alto crecimiento económico, ningún sector creció de manera extraordinaria. De hecho, algunos crecieron más (agropecuaria 5.2% en 2014 y 3.85% en 2013, zonas francas 4.3% en 2014 y 1.7% en 2013, construcción 11.4% en 2014 y 6.1% en 2013, servicios 5.7% en 2014 y 3.1% en 2013) y otros menos (minería 20.9% en 2014 y 144.1% 2013, manufactura local 5% en 2014 y 5.6% en 2013). ¿Qué pasó?