Sobre el encuentro de dirigentes del PRD

Sobre el encuentro de dirigentes del PRD

Para lograr un verdadero equilibrio democrático e institucional, el país requiere de  organizaciones fuertes, especialmente partidos de oposición, el PRD entre ellos. Y  en estos momentos no hay mejor forma de alcanzarlo que mediante acuerdos entre sus dirigentes.  Abandonando posiciones contrarias a su propia esencia democrática y  popular.

La teoría de que los acuerdos de por si son negativos, fue creada precisamente por los enemigos de las soluciones. Por aquellos que entienden que solo mediante la confrontación es posible satisfacer sus posiciones. Por los que quieren mantener divididas las organizaciones muchas veces sin obedecer a cuestiones fundamentales, para pescar en río revuelto u obedeciendo sin darse cuenta  a consignas insufladas por los contrarios  de la democracia.

Algunos tratan de menospreciar los  acuerdos, llamándolos peyorativamente  “de aposento”, como si fuera algo pecaminoso.  Como si los acuerdos hayan sido los causantes de las dificultades que han podido confrontar posteriormente.

Afirmar eso es desconocer, no solo la historia de la humanidad,  sino la propia historia dominicana y muy particularmente la de organizaciones como el  PRD, que sin entrar en detalles,  su retorno al poder en el año 2000 se debió en gran medida a su capacidad para lograr acuerdos. Con el calificativo que sea.

Mientras tanto, hay mucha gente preocupada por el deterioro de la institucionalidad y  la forma como se conducen muchas cosas desde el Estado. Por la descomposición social en las diferentes esferas, ante la apatía de muchos funcionarios. Por la desfachatez y el despilfarro de recursos en cosas sin importancia, mientas la gente pasa penurias y los servicios no funcionan. No son pocos los dominicanos que se desencantan por la forma como la cúpula de poder se comporta, expresándose calladamente  con dejos de amargura y vergüenza porque se sienten defraudados. Pero también muchos los que no entienden las cosas que ocurren en la oposición, especialmente en la mayor y con más experiencia como el PRD.

Si el PRD aspira a que la sociedad dominicana le brinde otra oportunidad de gobernar de lo que indudablemente tiene  posibilidades, va a depender mucho de su capacidad para los acuerdos. De superar su tendencia fragmentaria, por actitudes más de tipo individual que conceptual. Evitando  acciones de los que sin ser los protagonistas, de alguna forma perturban la tranquilidad interna, denostando sus propios compañeros, lo que repercute negativamente en la conciencia popular.

Cuando algunos entiendan que las instituciones se engrandecen por el respeto a sus propios  compañeros. Que sus objetivos se alcanzan, proyectando ante la sociedad  madurez institucional. Reflejando actitudes y posiciones coherentes. Retomando sus ideales de lucha reivindicadora. Demostrando que es posible la unidad dentro de la diversidad de ideas y posiciones. Como muchos otros dominicanos  sin militancia partidaria, entendemos que en este momento el PRD es una organización  fundamental para el equilibrio democrático y racional de la nación y hay que preservarlo, porque el rompimiento del equilibrio democrático solo conduce al autoritarismo que tantos dolores de cabeza ha causado.

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