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Orígenes y propósitos:

En la entrega anterior señalábamos el posible parentesco del papa Inocencio VIII con Colón. Este Papa soñaba con relanzar las cruzadas, pero eso suponía un gran poder económico que no tenían tras los fracasos anteriores. Los tesoros que se suponía albergaba el Nuevo Mundo podían proporcionar los fondos necesarios. Así pues, una teoría afirma que Colón no era más que un enviado del Papa con la misión de proporcionar a la Iglesia los tesoros del Nuevo Mundo.

Inocencio VIII falleció el 25 de julio de 1492 y en su tumba se lee: “Novi orbissuoaevoinventi gloria”, es decir, se afirma que en su pontificado se descubrió el Nuevo Mundo. Sin embargo, sabemos que él murió meses antes de que Colón llegase por acá. ¿Curioso, no? ¿Esto indica que ya él sabía que se iba a “descubrir” lo que ya estaba descubierto?

Sobre la firma de Colón:

Colón escribía en su firma críptica “Cristoferens” (Portador de Cristo). Tratemos de descubrir el significado de esto.

Salvador de Madariaga sostiene que se trata de una fórmula cabalística, y encuentra en su estructura triangular, especialmente en las “S” punteadas, una transfiguración del esotérico hexagrama o estrella de David. Madariaga apuntala así la hipótesis de que Colón era sefardita, un judío de origen español cuya familia habría emigrado cuando los judíos fueron expulsados por la Corona de Aragón en 1391.

Otros eruditos ven en esta fórmula un kaddish, la oración fúnebre que dicen los judíos para sacar un alma del purgatorio, que empieza: “Shaday, Shaday, Adonay, Shaday”(son nombres para designar a Dios sin utilizar el de Jehová, demasiado sagrado).

Para el investigador histórico Rodrigues dos Santos, de la firma de Colón se puede interpretar que era judío. Juzga que la historia sobre el origen italiano de Colón sirvió de tapadera para intentar mantener en secreto su verdadera identidad. Es en el siglo XIX cuando se forja la tesis de su origen genovés, un planteamiento que “tiene un componente político”. Y también cuestionó la veracidad del testamento atribuido a Colón, en el que por cuatro veces dice que viene de Génova, que apareció 70 años después de su muerte, y dijo que contiene un fallo que no se puede cometer si fuera real, fechado en 1504, dos años antes de su muerte, “el testamento está dirigido a los Reyes Católicos y a su hijo Juan, que murió en 1503”.

¿Hermano de fe?

El Escribano de Ración Luis de Santángel (semejante a un actual Ministro de Economía) tuvo una actuación decisiva para convencer a los Reyes Católicos de que financiaran la empresa de Colón, a la que él añadió 140,000 maravedíes de su bolsillo.

El historiador Juan Antonio Solís hace un aporte importante al tema:

“Era conocida una carta de Colón a él dirigida, anunciando lo que encontró a su llegada a “Las Indias”. Lo que nunca se había descubierto es una referencia a otra carta anterior de Santángel al propio Colón, en la que se dirige a él como… “hermano en la fe”. Palabras aparentemente poco sospechosas, pero el término “hermano en la fe” es evidente para una sociedad cristiana, tanto que hace.”

¿Iluminati?

Al llamado Gran Almirante se le vincula directamente con los iluminati. De esta orden, anterior a las religiones precristianas, sabemos que es la originaria de la Casa de Sión (Israel) y la Orden de Sión (Priorato de Sión).

Colón, entonces, vendría a esconder el tesoro templario, nunca realmente tocado cuando el masivo asesinato de los líderes más visibles de los templarios, el 13 de octubre del 1307.Vendría, según puede deducirse de todo esto, a buscar tesoros en América que justificaran su viaje y a asegurarse que el verdadero tesoro templario o iluminati no pereciera nunca. Colón se detuvo, el conocido 12 de octubre, en una isla que él dijo era Guanahani (el comandante de la Marina e investigador Didiez Burgos sostiene que no hay manera de que esa fuera la isla que describe Colón, sino Mayaguain.) Luego el Almirante pasó por Cuba y otras pequeñas islas. Pero era para acá donde al parecer tenía que llegar. El 5 de diciembre de 1492 llega a la isla que abriría la puerta de su tesoro. ¿O reservorio de éste?

Continuaremos…