Sobre la agenda electoral

Sobre la agenda electoral

Para el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), el nivel y tendencia de la deuda pública consolidada es el principal reto para la estabilidad macroeconómica.
La computó en 48.5 por ciento del PIB a final de 2015, pudo superar 50 por ciento de no haber sido por ganancia extraordinaria con motivo de la reestructuración de los pasivos de Petrocaribe. Hasta ahí no dijo nada desconocido.
Lo nuevo es lo que pronostica, que no obstante la economía crecer alrededor de 5%, en el mediano plazo la deuda aumentará como consecuencia de los “grandes déficits consolidados”, lo que debería ser tema de agenda en la actual campaña electoral, al igual que la medicina recomendada.
Me refiero a las siguientes políticas: a) ampliar la base tributaria, “erosionada por las exenciones y los incentivos fiscales”; b) eliminar gastos ineficientes, incluyendo subsidios generalizados a la electricidad; c) mejorar la calidad del gasto.
Lo acepto, conlleva riesgo político, implica equilibrar el presupuesto reduciendo gasto, aumentando impuestos a unos y disminuyéndolos a otros sectores. Es que no hay alternativa, después de las elecciones, no solo se deberá congelar el gasto, sino decidir hasta cuánto reducir las exenciones e incentivos que afectan los tributos del Estado, consignados anualmente en la Ley de Presupuesto General del Estado, por lo que ha dejado de recibir RD$862,316 millones de 2010 a 2015.
Y no podrá haber sorpresa, está a la vista que el gasto tributario aumenta cada año. En 2010 el monto era RD$104,691.4 millones, equivalentes a 5.8% del PIB, de los cuales 78.4% por impuestos indirectos y 21.6% por impuestos directos. Es decir, se deberá decidir a quién afectar y por qué, lo que convendría saber ahora, porque en 2015 el total fue RD$201,761.9 millones, equivalentes a 6.7% % del PIB, y para final de este año aumentará a RD$212,379 millones o 6.5% del PIB.
Lo mismo con relación a la electricidad, se malgastan recursos transfiriendo alrededor de treinta mil millones de pesos con el petróleo alrededor de $35 dólares/barril.
Otra recomendación del FMI, que también debe ser tema electoral, que se mejore el perfil de riesgo de la deuda pública, lo que implica reducir la dependencia del endeudamiento en divisas.
Sustituir deuda en dólares por deuda en pesos, lo que tiene pro y contra. Es verdad, para la sostenibilidad fiscal conviene deber más en pesos, con el tiempo el crecimiento de la economía, la inflación y devaluación de la moneda reducen su peso.
Pero también es cierto que cuando se debe más en pesos los pobres soportan la mayor carga, con reducción en su capacidad de compra.
Como dije, no hay alternativa, después de las elecciones deberá implementarse la medicina del Fondo Monetario Internacional u otra, no puede seguir la política de presupuesto desbalanceado, que mantiene en peligro de insolvencia las finanzas públicas y resta recursos a la economía. Se aprecia con la reducción del ahorro nacional, la tasa, que promedió 18.8 por ciento del PIB en el periodo 1996-2000, se redujo a menos de dos dígitos en 2015.
En la campaña debería hablarse de reducir la deuda a menos de 40% del PIB, como estaba a final de 2007, cuando se inició la crisis financiera internacional.

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