Sobre las exportaciones dominicanas

Sobre las exportaciones dominicanas

BIENVENIDO ALVAREZ-VEGA
Las autoridades tienen un razonable alborozo por el aumento registrado el año pasado en las exportaciones nacionales. Hacía 25 años que las ventas de productos domésticos al exterior no sobrepasaban los mil millones de dólares. En el 2005 llegaron a mil 86 millones de dólares. Como bien sabe el lector, este monto de 1,086 millones de dólares no incluye las exportaciones de las zonas francas industriales. Se trata de una cifra modesta en relación a otras naciones, pero importante y significativa para la economía dominicana.

Ahora bien, siempre nos ha parecido que en el análisis de la dinámica exportadora de la República Dominicana debe tenerse en cuenta un fenómeno que es propio de todos los países cuya economía depende del turismo. Existe lo que algunos han llamado una “exportación interna”. Se refieren al consumo de alimentos y mercaderías por parte de los turistas.

Las visitas de turistas al país aumentan año tras año. Las últimas estadísticas hablan de un ingreso de tres millones de turistas. Una masa humana significativa que consume alimentos y bebidas, y que gasta en viajes, compra de artesanías y diversión.

Los estudios auspiciados por la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes nos han indicado que los turistas demandan cerca del 20% de la producción de tabaco, cigarros y cigarrillos, así como de las bebidas alcohólicas y refrescantes.  Los hoteles consumen cada año más de 45 millones de libras de frutas, unos 19 millones de libras de víveres, 22 millones de libras de vegetales y aproximadamente 25 millones de libras de carnes.

 Estas exportaciones turísticas incluyen 11 millones de libras de productos lácteos, 21 millones de libras de aceite, arroz, café, chocolate en polvo, azúcar, sal, vinagre y salsas. También 8 millones de libras de embutidos.

 Como puede apreciarse, los polos turísticos del país constituyen un excelente destino para “exportaciones” dominicanas.

 Posiblemente estas ventas internas en cantidades tan extraordinarias, en aumento sostenido debido a la expansión del turismo dominicano, han estimulado a no pocos productores a preferir este destino para sus productos. Nos parece muy lógico que así sea.

 Estas exportaciones y las que van al mercado haitiano, hasta ahora no cuantificadas con exactitud, sino estimadas por las autoridades y economistas independientes, constituyen motores que dinamizan y hacen rentables actividades como la agropecuaria y la industria.

 De manera que vale mucho el alborozo de las autoridades por los 1,086 millones de dólares alcanzados por nuestras exportaciones el año pasado, pero estas ventas son mayores si tomamos en cuenta las observaciones hechas en estas notas.

  La República Dominicana tiene un gran potencial exportador. El agropecuario es el principal. Este sigue siendo nuestro gran filón. Solo es necesario que las autoridades y los expertos del sector diseñen unos planes de largo alcance, a los cuales se acojan de manera sistemática y con las inversiones financieras y las políticas públicas necesarias.

  El potencial exportador dominicano está fundamentado en un turismo que está llamado a seguir en aumento año tras año. En una economía haitiana que requerirá cada vez más productos externos, hasta que llegue su recuperación, y en un mercado étnico localizado en Puerto Rico y Estados Unidos.

  Estos son tres factores que debieran estimular a las autoridades y al sector privado a diseñar políticas realistas y eficientes, y a introducir nuevas tecnologías y eficiencia en los sectores productivos.

 Mientras pensamos como mejorar la producción exportadora, celebremos el aumento registrado en las exportaciones nacionales.

(bavegado@yahoo.com)

Publicaciones Relacionadas