Sobre los rieles del tren

Sobre los rieles del tren

El anuncio acertado de la construcción del tren que iría desde Haina hasta el Cibao o viceversa, hecho por el presidente Leonel Fernández en su discurso del pasado 16 de agosto, constituye un reto interesante para el presente cuatrienio, ya que sería una obra de gran envergadura para el pueblo dominicano con beneficios múltiples, crearía toda una cadena de logística y distribución idónea para los usuarios, comerciantes, exportadores e importadores, productores y agricultores que demandan  una reducción en sus costos operacionales y de los elevados fletes terrestres que hoy se pagan debido en gran parte  a la falta de estructuras modernas que contribuyan a agilizar el traslado de aquellos productos, bienes y hasta de pasajeros si se quiere con destino a mercados diversos tanto internos como externos.

Más bien, éste proyecto ferroviario anunciado, revolucionaría todo el sistema de transporte en el país y muy especialmente el del aparato productivo nacional,   creando facilidades de acceso a terminales de carga y pasajeros en ciertas zonas aledañas con vocación agrícola y ganaderas, hoy olvidadas; pero también, permitiría todo un esquema de comercialización, a través de la edificación de grandes centros de acopios dirigidos al aprovechamiento de la producción de todos los bienes y servicios generados, que harían posible colocar los excedentes de producción agrícola en los nuevos mercados con menor tiempo de entrega y a más bajo costo, ya sea por la vía marítima, terrestre o  ferroviaria, siempre y cuando se optimicen las rutas.

En efecto, este proyecto debiera arrancar sin prisa pero sin pausa, una vez que el presente gobierno identifique los fondos para hacerlo realidad. Y es que para hablar de modernidad, competitividad y acceso a los mercados, el país necesita crear las bases y las infraestructuras que demanda el aparato productivo nacional, de manera pues, que nos permita aprovechar repito nuevos nichos de mercados. Además, la crisis mundial que en actualidad nos arropa, demandan mayores esfuerzos para combatir la pobreza y asegurar la producción alimentaria, así como  el abastecimiento de bienes y servicios  que exigen una inmediata reducción en las estructuras de los costos energético y de los hidrocarburos y es ahí donde depara la importancia y el porvenir de este mega-proyecto.

Finalmente, los transportistas de cargas y pasajeros no deben albergar temor alguno con el proyecto del tren anunciado, sino por el contrario. El aumento en el flujo de carga redundaría en provecho de todos, es cuestión de tiempo, visión y aprovechamiento de las oportunidades que se vayan presentando dentro de la cadena de distribución y del propio sistema multimodal, que no es más que la explotación de dos o más modalidades de transportes distintos. Enhorabuena Señor Presidente!

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