Sólo en  las tuberías de PVC  hay  un sobreprecio de 36.7 millones de pesos,  en el contrato suscrito entre Odedrecht y el Estado dominicano para la construcción del acueducto de Samaná, en base a precios de abril de este año, se informó ayer.

Se explicó que si esa diferencia de precios se da en los demás renglones de la obra y como, según los expertos, las tuberías de PVC sólo pueden llegar a representar una pequeña  parte del costo total de una obra de ese tipo, el sobrecosto podría alcanzar los 450 millones de pesos.

De acuerdo a lo informado, el precio acordado por Odebrecht con el Estado para suplirle 32,325 tubos de entre tres y doce pulgadas de diámetro fue de 81.2 millones de pesos.

El costo total de la obra asciende a 1,100 millones de pesos, por lo que el precio de los tubos representa sólo el 7 por ciento de la obra a los costos consignados en el contrato, a abril pasado.

Esa misma cantidad de tubos, con igual calidad, le fue ofertada por la industria local  por un precio de 44.5 millones de pesos.

Lo que se oculta
Según una fuente de la industria consultada, detrás de la diferencia de cifras parece estar dándose una manera de ocultar tras  una cortina un crédito “blando”,  sobrepecios escandalosos.

“Estamos frente a un préstamo blando que a la postre resultará muy duro para el país”, se explicó.

Se aclaró que cuando la industria local se refiere  a diferencias importantes de precios, no  se trata de cambios en los precios a ser absorbidos por el contratista, sino en valores que son en el origen ya excesivos.

Contrario  a lo planteado ayer  por la firma Odedrecht en un comunicado  que hizo público  de que “sobre las cuentas del Estado dominicano no recae ninguna diferencia de precio, sean las tuberías compradas en Brasil, República Dominicana o cualquier otro país; toda vez que conforme (a lo) establecido en el Contrato de Construcción de Odebrecht con el INAPA, toda y cualquiera diferencia de precio es absorbida exclusivamente por el contratista”, se informó que en el señalado contrato se consignó una partida de 71 millones de pesos para “contingencias, imprevistos y reajustes de precios”.

“¿Dónde se dice la verdad? ¿En el contrato o en el comunicado publicado ayer por Odebrecht”, se preguntó una fuente consultada.

Los números.  Además, se aclaró  que  en ninguna parte del comunicado publicado el jueves por los fabricantes locales de tuberías se hace alusión  a  falta de “ética y responsabilidad en cumplimiento cabal de las normas y leyes locales”.

“Los números son sólo eso: números. No toman partido”, se indicó.

También se planteó que los  préstamos o créditos a la exportación  que menciona el  comunicado de Odebrecht no deben obligar  al país que toma el préstamo a pagar a sobreprecio los insumos y materiales importados, a menos que el sobreprecio  constituya una parte encubierta de un exagerado interés financiero que, por su monto, se hace no transparentable.

Asimismo, se indicó que si el contrato de financiamiento a la exportación exige compras a Brasil, no se entiende que la firma esté buscando cotizaciones de tuberías en Estados Unidos.  

También se planteó que, contrario a lo planteado en el comunicado de Odebrecht, la industria local sí  hizo una oferta de pagar las tuberías con resina importada desde el Brasil.

Por otro lado, se explicó que con relación a la preocupación externada por Odebrecht sobre  los  cumplimientos de calidad técnica y plazos de entrega, técnicos de esa empresa han estado en varias ocasiones en las instalaciones de las empresas locales  y han comprobado y mostrado satisfacción  por los sistemas y controles de calidad de las mismas, así como la seguridad de entrega inmediata, algo imposible de conseguir si se decidiese por la importación.  

Odebrecht y las tuberías de PVC

Por milton  Tejada.  Los fabricantes nacionales de tuberías (PVC) reclaman que en las compras de ese renglón para obras gubernamentales se incluya al país como probable suplidor. Señalan un caso, la construcción del acueducto de Samaná por parte de la brasileña Odebrecht, las cuales aseguran que adquiere las tuberías más caras en su país que lo que podría adquirirla en el nuestro.

Odebrecht responde
Se trata, dice, de condiciones contractuales. “La República de Brasil facilita a la República Dominicana financiamiento en condiciones muy blandas… bajo la condición de que el Estado lo utilice mediante la compra de bienes y servicios de la República Federativa de Brasil”. La pregunta, qué pasa si lo que Brasil suple es más caro que lo local, aunque sea de la misma calidad. A esto también Odebrecht tiene una respuesta en su comunicado de hoy, la cual creemos ambigua y propia de lo que hemos llamado la “inocencia del lenguaje”: “es oportuno puntualizar que sobre las cuentas del Estado dominicano no recae ninguna diferencia de precio, sean las tuberías compradas en Brasil, República Dominicana o cualquier otro país”…. ¿diferencia de precios en relación a qué? ¿A lo establecido en el contrato? ¿A partir de qué precios y de qué mercados se formuló dicha propuesta? ¿Brasil? ¿Precios promedios internacionales? ¿Si el precio es más barato aquí, Odebrecht devolverá al Estado dominicano la diferencia y el Estado dominicano compensará a los fabricantes de tuberías por esta inconsecuencia? Sin respuestas a estas preguntas, el lenguaje queda como inocencia… o nosotros quedamos como tontos.

Las claves

 1. ¿Donde está la verdad?

Dice Odebrecht que no importa el precio, que cualquier diferencia sería asumida por el contratista, pero en el contrato se consigna una partidad de 71 millones de pesos para “contingencias, imprevistos y reajustes de precios”.

2.  Precios obligados

Se planteó que los  préstamos o créditos a la exportación  que menciona el   comunicado de Odebrecht no deben obligar  al país que toma el préstamo a pagar a sobreprecio los insumos y materiales importados, a menos que el sobreprecio  constituya una parte encubierta de un exagerado interés financiero que por su monto se hace no transparentable.