Contrario a lo que algunos creen, científicamente se ha demostrado que no existe posibilidad alguna de que la falcemia se convierta en leucemia, no obstante, en una persona que presente las dos enfermedades el cuadro clínica es considerado por especialistas como crítico
POR LILY LUCIANO
Lina Lucas es una joven de 20 años, aparentemente sana. Un buen día, mientras trabajaba de pronto todo se le puso negro y, sin control alguno de su cuerpo, rodó por las escaleras. Días más tarde, se sometió a varios exámenes médicos ¿resultado?, portadora de falcemia con un nivel de hematócrito por debajo de los 15 puntos. Una patología que heredó de su madre.
Hoy día, Lina realiza una vida normal. Como ella, muchas son las personas que padecen falcemia en la República Dominicana, y tal vez no lo sepan.
La falcemia no está catalogada como una enfermedad terminal, así lo explica el hematólogo Juan Grullón de Moya, del Centro de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT).
El especialista manifiesta que una persona puede ser portadora de falcemia (heterocigoto), es decir, un paciente con rasgos falcémicos, o falcémicos puros ( homocigoto).
Los falcémicos puros hacen crisis frecuentes, no así los portadores.
Unión entre falcémicos
Cuando una pareja decide casarse, antes de dar ese importante paso, debe realizarse una serie de pruebas médicas que incluye no sólo la del VIH sino también, entre otras, la de la falcemia.
La importancia de esto se debe a que cuando dos personas portadoras de falcemia se une corre el riesgo de que sus hijos sean falcémicos puros.
Según investigaciones, la falcemia es una enfermedad de origen africana, debido a ésto -apunta el especialista- en el país es común, ya que el dominicano es producto de una mezcla racial, entre indios, españoles y africanos. Sin embargo, en algunos lugares de Europa la falcemia afecta a personas de raza blanca.
El galeno explicó que contrario a lo que algunas personas creen, científicamente se ha demostrado que no existe la posibilidad de que la enfermedad se convierta en leucemia (cáncer en la sangre).
Una información periodística publicada hace dos semanas, en este diario, señala que en el país los casos de falcemia han aumentado.
La información da cuenta que los casos de anemia falciforme anda por el 7% de la población y que sólo en el hospital Robert Reid Cabral, los falcémicos ocupan de entre 10 a 15% de las camas de internamiento. Esta es una de las razones por la que se recomienda a las parejas a que se realicen, antes de concebir, los exámenes establecidos por el protocolo médico, para así determinar la enfermedad.
Una pareja de falcémicos tiene un 25% de probabilidades de que su hijo o hija desarrolle la enfermedad. Vale destacar que en un niño falcémico puro manifiesta la enfermedad a partir de los 6 meses.
La falcemia es una enfermedad que se desarrolla de generación en generación.
Se caracteriza por un trastorno de la cadena de hemoglobina, en la cual la sustitución de un aminoácido crea un trastorno funcional y lo glóbulos rojos al estar a baja tensión de oxígeno se deforman y toman la forma de un pequeño guineo.
Esto provoca que los vasos sanguíneos se obstruyan y origine en el paciente una crisis. De acuerdo con el hematólogo Grullón de Moya, existe otra topología que es muy parecida a la falcemia se trata de una anomalía llamada Hemoglobilopatía, que es la unión de dos hemoglobinas anormales la S y la E .
Síntomas
– Las personas que padecen de falcemia tienden a estar desanimados.
– La esfera de los ojos presentan un color amarillento, debido al aumento de la bilirrubina.
– Mareos, dolores en el tórax, estómago y cabeza. También dolores en las extremidades y en casos extremos hasta accidentes cerebrales.
Tratamiento
De acuerdo al especialista, el paciente falcémico desde el inicio de la enfermedad debe tratarse, si es un niño, la madre puede acudir a un pediátra hematólogo. Se recomienda mucha hidratación, en algunos casos de crisis se recurre a las transfusiones sanguíneas.
Es recomendable el uso de antibióticos ya que el falcémico que presente alguna infección corre un riesgo mayor. Cuando el paciente sufre fuertes dolores los médicos recomiendan el uso de ciertos antibióticos, y por su puesto el consumo regular de ácido fólico.
Un paciente falcémico puede comer cualquier tipo de alimento, salvo que su médico prescriba lo contrario. Siempre es bueno la ingesta de verduras, granos, legumbres y alimentos ricos en hierro.