Los libros raros y antiguos tienen su público en el país. Apasionados por la lectura de libros “viejos” que datan de siglos pasados pagan por esas obras hasta US$2 mil porque, de acuerdo a Rafael Tejada, un vendedor de libros antiguos desde hace más de 40 años, la antigüedad les confiere valor a los textos principalmente de corte histórico.

“También le da valor al libro su procedencia, que la obra sea incunable, que sea palimpsesto (que significa “grabado nuevamente al manuscrito que todavía conserva huellas de otra escritura”); que sea primera edición o edición diamante”, manifestó el bibliófilo.

Continúa explicando que un libro es raro cuando es difícil de conseguir en el sitio en el que fue impreso, es muy raro cuando no es fácil de adquirirlo en cualquier parte del mundo, es extremadamente raro cuando solamente hay 50 ejemplares en el mundo y sumamente raro cuando es de 1 a 10 ejemplares.