Sociedad civil haitiana se siente relegada

<P>Sociedad civil haitiana se siente relegada</P>

Dirigentes cívicos haitianos afirmaron ayer aquí que  los organismos internacionales han excluido a la sociedad civil de Haití del proceso de reconstrucción que se ejecuta en ese país, tras el terremoto del 12 de enero de este año.

El sacerdote haitiano Lazard Wismith y su compatriota Colette Lespinasse afirmaron que  los organismos internacionales han excluido a la sociedad civil de Haití del proceso de reconstrucción que se ejecuta en ese país, tras el terremoto del 12 de enero de este año.

 Al ofrecer sus declaraciones en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, expresaron que esas entidades trazan sus políticas al margen de las reales necesidades del pueblo haitiano.

 Wismith explicó que, aunque esas entidades desempeñaron un buen papel en el período de emergencia, con el paso de los meses ha quedado evidenciada la exclusión de los haitianos de la toma de decisiones.

 “Las Ong extranjeras se quedan en el aeropuerto, todas las decisiones se toman ahí en la sede de las Naciones Unidas, se habla en inglés, sin los  haitianos, y algunas veces nosotros hacemos el esfuerzo para participar pero ellos no conocen la realidad haitiana, no hablan francés ni creole”.

A esa situación añadió la falta de un plan gubernamental para canalizar las ayudas y para liderar todo ese proceso.

Fórmulas prefabricadas.   Lespinasse dijo que las soluciones a la problemática haitiana, tras el terremoto, no pueden ser prefabricadas ni deben buscarse fuera de la realidad haitiana.

  Expresó que diversas entidades campesinas, económicas y sociales han presentado sus ideas para la reconstrucción del país, pero que estas no han sido escuchadas en los encuentros que se han hecho en favor de Haití.

“Tienen que poner a la población haitiana dentro de las decisiones; no se puede construir el país sin el pueblo haitiano. Tenemos un proceso de exclusión desde hace más de 200 años y en esta etapa eso  se está fortaleciendo”.

   Lespinasse favoreció además que, en esta coyuntura, se privilegie el fortalecimiento del Estado haitiano para garantizar la gobernabilidad.

Los daños del terremoto.  El 12 de enero marcó a la población haitiana, no solamente por el peso de la tragedia, más de 300,000 personas perdieron la vida, sino por los efectos nocivos a la economía, pues también quedó destruido el aparato productivo.

 Al unirse la comunidad internacional en favor de Haití se hicieron decenas de promesas, se anunciaron ayudas multimillonarias, pero la mayoría de ellas se han quedado en los titulares de los diarios.

En ese sentido, Lespinasse dijo que   las promesas que se hicieron en Nueva York el 31 de marzo pasado, en una cumbre en favor de Haití,  hasta ahora no se han cumplido, y eso deja al pueblo haitiano en una situación de desesperanza.

“La  situación económica es difícil; no hay empleos, muchas empresas que han perdido su capital todavía no han podido abrir, y a nivel social la población sigue viviendo en las carpas, en un momento en que tenemos temporada de huracanes, y todavía no se sabe cuánto tiempo van a estar ahí.

“El pueblo haitiano está haciendo todo el esfuerzo por sobrevivir, pero el Gobierno no demuestra mucha capacidad para actuar”, dijo Lespinasse.

¿Y las ayudas dónde están? Una de las críticas que surgen en el contexto de la crisis haitiana es que, a pesar de que ha fluido mucha ayuda en dinero y especies, estas no llegan a cientos de haitianos.

Lespinasse planteó que “aunque  muchas instituciones del Estado haitiano han sufrido o fueron destruidas  siguen existiendo, pero es verdad que falta liderazgo para coordinar la ayuda; eso es un gran problema”.

Una nación fuerte.  Pierre Jorès Merat, economista e investigador de la Universidad de Haití, planteó que sus compatriotas han demostrado una extraordinaria fortaleza para seguir adelante, pese a las adversidades.

Explicó que los días posteriores al terremoto se decía que en seis meses habría una catástrofe sanitaria, “pero eso no ocurrió”.

Sin embargo, destacó que las ayudas entregadas al pueblo haitiano están matando a los pequeños productores agrícolas, quienes no encuentran mercado para sus productos.

“Después de dos meses se gastaron casi dos mil millones de dólares, y todos  esos gastos se hacen comprando productos externos pero no se compran los productos locales, y eso le hace un gran daño a los pequeños productores”, Lespinasse.

Los haitianos integrados tras el sismo

El sacerdote Mario Serrano, director del Centro Bonó, explicó que la población haitiana se integró de forma activa y organizada al proceso de cooperación que se desarrolló tras el terremoto del 12 de enero de este año.

Al explicar que esa estructura se organizó espontáneamente dijo que ahí no estuvo presente ninguna organización internacional.

“El liderazgo de base se organizó inmediatamente, eso fue lo que encontró la plataforma dominicana de ayuda a Haití.

“El gran problema surgía cuando íbamos a los clusters de los organismos internacionales, porque no había la posibilidad de que un grupo comunitario haitiano pudiera entrar, nosotros pasábamos porque teníamos identificación extranjera”, dijo el padre Serrano.

Lamentablemente eso no lo podía hacer una organización de base haitiana, no podían entrar a esos corredores de las Naciones Unidas donde solamente habían expertos en terremotos y de otras especialidades, explicó Serrano.

De acuerdo con sus relatos, después de un mes apareció una experta que le decía a los organismos internacionales que había que incorporar al liderazgo local en la entrega de las ayudas.

“Eso ocurrió después de un mes, cuando ahí fue que debió iniciar todo. Pero es lo que hacen en general nuestros estados, eso es lo que hace el presidente Leonel Fernández, que no toman en cuenta la organización ciudadana para realizar determinados procesos”.

Es admirable que en medio de las calamidades, de la falta de agua, de alimentos, de higiene, la gente no se ha tirado a las calles, expresó Serrano al destacar que eso se debe a que los liderazgos locales han organizado la vida de los campamentos, con todo y sus dificultades.

Más leídas