El pais.Seminario sobre los movimientos sociales en America del Sur,interpretaciones e Implicaciones para Republica Dopminicana, en foto Ernesto Ottone Lic. en ciencias Sociales de la Universidad Catolica de Chile.Hoy/Pablo Matos 6-12-2019 en Intec
Para sobrevivir a los nuevos tiempos, la democracia debe adaptarse a las nuevas tecnologías y los gobiernos deben apostar por políticas públicas que reduzcan la desigualdad, expuso ayer el sociólogo chileno Ernesto Ottone.
“No está dicho que la democracia va a ser el sistema del futuro. La democracia representativa tendrá que combinarse con otros instrumentos que tomen en cuenta las nuevas tecnologías, las nuevas emociones, los cambios que hay que hacer en general”, planteó el experto durante el cierre de la jornada de análisis “Los movimientos sociales en América del Sur: interpretaciones e implicaciones para República Dominicana”, organizada por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).
Ottone está convencido de que la globalización no solo es un fenómeno económico, sino también político, y que el ejercicio de la política a esta escala debe enfocarse en reducir la desigualdad, porque este mal tiende a hacerse incompatible con la democracia.
“El capitalismo estructural genera desigualdad, es decir, que tenemos una economía que no acompaña a la democracia”, puntualizó.
Agregó que se requiere de un enorme esfuerzo político para recuperar el prestigio de la democracia, “nada obliga que haya democracia, es su preferibilidad lo que ha disminuido, según las encuestas; además de que la mitad del mundo no utiliza este sistema”.
La degeneración política. El sociólogo expresó que la política en todo el mundo actualmente está “degradada” y “dominada por las emociones, en lugar de las reflexiones”.
“Hoy en día lo que predomina es la imagen. No hay una forma más reducida de representar una idea que mostrar una cara, aunque esté callada, lo importante es que dé confianza”, ejemplificó.
Con estos cambios entre los electores, explicó Ottone, la racionalidad y las discusiones reflexivas pierden terreno frente a la imagen y los sentimientos que promueve el postulante. Entonces la política poco a poco se transforma en la política del escándalo y la farándula.
La situación regional. El especialista hizo un recuento de cómo ha evolucionado América Latina en términos socioeconómicos y políticos en los últimos años, desde el crecimiento económico a principios de siglo hasta el posterior estancamiento de la desigualdad, el aumento de la informalidad laboral y la criminalidad, así como la debilidad de la autonomía de los poderes políticos y el aumento de la corrupción.
“América Latina va a crecer poco en los próximos años, pero la responsabilidad está en nuestras manos”, finalizó.