Sociólogo dice vida en bateyes RD es de “quinto mundo”

Sociólogo dice vida en bateyes RD es de “quinto mundo”

POR TEÓFILO ABREU
Por lo menos 20 bateyes de la República Dominicana los dominicanos y haitianos viven en un “quinto mundo”, en condiciones por debajo de la indigencia, debido al  total olvido de parte del Estado, afirmó anoche un sociólogo y economista.

El licenciado Juan Miguel Pérez dijo que en esos lugares, de acuerdo a un estudio que realizó, “esas relaciones domínico-haitianas no existen, porque en los bateyes de la República se vive en la miseria”.

Pérez ofreció una conferencia sobre “La Migración en  la República Dominicana”, organizada por el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM), en el Hotel Lina.

“Fundamentalmente existe una república de la miseria, al igual que existió una república de la esclavitud. Y es únicamente en el momento crucial en el que el Estado interviene con su mano a través del Consejo Presidencial del SIDA (COPRESIDA), a través de la Policía, a través de estamentos de ayuda, de asistencia, en la cual los dominicanos se acuerdan que son dominicanos”, explicó Pérez.

Significó que el Estado como consecuencia tiene el criterio de la nacionalidad para proveer esa ayuda, y señaló que a partir de ahí es que comienza una diferenciación por parte del dominicano de su compañero de miseria  y de indigencia haitiano.

Según el economista y sociólogo, ese pensamiento de Estado ha permeado las más íntimas aristas del pensamiento progresista dominicano.

“Ese es uno de los grandes misterios. Es decir, somos progresistas hasta llegar al tema haitiano. Ahí se para todo el asunto”, apuntó. Pérez señaló, asimismo, que desde el punto de vista científico las migraciones internacionales no provocan ningún deterioro del salario.

En ese sentido, recordó que un estudio realizado por un economista sobre la  migración  provocada por  el Mariel en el año 1980, produjo en Miami una gran aceptación, “y todo el mundo decía que  esta gente iba a deprimir el salario de las personas que estaban allí trabajando e iban a distorsionar por completo el mercado laboral”.

  Añadió Pérez que  esa depresión de los salarios no se produjo, ya que el mercado laboral tiene una manera particular de adaptarse y absorber choques sistémicos, como era en ese caso un flujo mayor de mano de obra reciente, en muchos casos menos calificada que la ya existente.

 “En nuestro país nosotros tenemos la dicha, la gran dicha, de contar con Haití como vecino. Es una dicha enorme, no solamente por lo que implica Haití para la historia universal, porque Haití tiene leyendas que son reales”, expresó.

Recordó que Haití fue el primer país que paró en seco la historia avasallante de Occidente,  siendo la primera república negra, de esclavos y del Tercer Mundo, y sostuvo que es una dicha poder contar con su contribución cultural, económica y social.

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