Sofá, la pieza clave

Sofá, la pieza clave

Para que su elección al comprar un sofá sea certera, le recomendamos algunos puntos a tomar en cuenta y para que también armonice con el resto de la decoración.

Antes que nada cerciórese que tenga una estructura fuerte, esto lo puede comprobar levantando un lado del sofá: si está pesado significa que es de madera fuerte y maciza. También verifique que las patas estén pegadas directamente a la estructura pues así tendrá mayor estabilidad.

Respecto al relleno, el de pluma de ganso es muy recomendable si lo que busca es comodidad y resistencia. Ahora bien, existen otras opciones más barata, aunque menos resistente, que es el hule espuma recubierto con una capa de poliéster y cortado en un solo bloque, esto le dará una forma redonda y hará que la superficie de apoyo sea pareja y estable.

Para comprobar que el relleno de los cojines es de buena calidad, siéntese y verifique que el cojín vuelva a su forma original cuando se levante. También es muy importante que las correas utilizadas en la parte del asiento sean muy resistentes, esto se comprueba pasando la mano por la parte inferior interna del sofá.

Para la tapicería, lo mejor son las telas resistentes al fuego y con un previo tratamiento antimanchas, ya que son muy fáciles de limpiar; pero existen otros materiales muy utilizados, como son: piel de vaca, que es flexible, suave, cálido y muy apreciado, y el de novillo, que es de mejor calidad pero considerablemente más cara.

Otro aspecto a considerar antes de comprar un sofá es estudiar el espacio donde colocarlo, ya que si el área de la sala es reducida un mueble demasiado grande la hará lucir aún más pequeña. Los sofás tradicionales son los fijos de una sola pieza y hasta de cuatro plazas, actualmente los puede encontrar con diseños contemporáneos, tapicería variada e incluso con asientos abatibles.

Existe otro tipo de sofá que ofrece múltiples posibilidades, el modular, que permite decorar la sala haciendo una distribución central o adaptando los módulos a distintos espacios. Otra ventaja es que los módulos pueden ser con o sin brazos y de diversos tamaños y medidas lo que permite colocarlos en paredes irregulares o en las esquinas.

Cuando se cuenta con poco espacio y necesita una cama extra para visitas, la mejor opción es el sofá-cama. La estructura debe ser de madera o poliéster de alta densidad y debe tomar en cuenta su comodidad para evitar problemas de espalda.

Dentro de este renglón se encuentra: el extensible, que es un tipo donde el asiento y el respaldo son una misma pieza que se despliega horizontalmente. Las patas de la cama pueden ser plegables y aparecen cuando se desliza el asiento; el tradicional o de nido, que son los que tienen la cama con patas abatibles debajo de la estructura del sofá y cuentan con la ventaja de que se puede guardar la cama tendida.

Además, está el tipo acordeón, en donde la cama se disimula tras la apariencia del sillón. Para abrirla sólo basta quitar los cojines y bajar el respaldo.

Para poder mantener limpio el sofá, es conveniente saber las características de la tela del tapizado, para así conocer los productos adecuados para su limpieza.

De cualquier forma, si va a utilizar un disolvente líquido o algún otro tipo de producto químico, realice una prueba en una pequeña área no visible del sofá. El polvo que se acumula se puede quitar con una aspiradora, y regularmente sacuda los cojines para evitar que se deformen. Las fundas se pueden lavar en la casa.

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