¿Sol? Sí, pero con moderación

¿Sol? Sí, pero con moderación

¿Ha visto el tono dorado en la piel de Jennifer Aniston? Sí, lo sabemos. Es el bronceado perfecto que cada año uno se mata por dar a su cuerpo, pero que, por desgracia, el resultado es uno de dos: Una se despelleja como pollo rostizado o se queda casi tan pálida como antes.

Si cree que todo está perdido, ¡tranquila!, que aún puede lucir como besada por el sol, siguiendo los truquitos que le damos a continuación.

[b]Cree conciencia sobre “los pros y contras”[/b]

En versos de cualquier poeta, bronceado se define como, “rayos dorados que bañan la piel”. ¡Aterrize! En realidad son “rayos ultravioleta que dañan su epidermis”… si no toma las debidas precauciones.

Aunque la lista de beneficios y perjuicios es muy larga y va a depender del tiempo de exposición al sol, así como el grado de sensibilidad de su piel, aquí tiene algunos de los más comunes:

[b]Pros[/b]

– Favorece la formación de vitamina D, que posibilita la absorción del calcio suministrado por los alimentos, logrando una normal formación de los huesos, uñas y cabello.

– Refuerza el sistema inmunológico y disminuye la sensibilidad a determinadas infecciones.

– Estimula la circulación de la sangre.

– Contribuye a la regulación de estados depresivos, ayuda a conciliar el sueño y reduce el cansancio.

– Mejora las enfermedades reumáticas.

– Y, ¡lo mejor!, favorece el aumento en la producción de hormonas sexuales.

[b]Contras[/b]

– Envejecimiento acelerado de la piel.

– Riesgo creciente de contraer cáncer.

– Aumento de las alergias solares

– Pérdida de elasticidad.

[b]Bronceada, no achicharrada[/b]

Por suerte, en el mercado contamos con una serie de productos que nos garantizan altos porcentajes de seguridad frente a los rayos ultravioleta, al tiempo que contribuyen con el deseado “tan”. ¿Qué queremos decirte con esto?, Pues que saque el aceite Johnnson de su equipaje “semanasantero” ¡para siempre! Y ni hablar de recursos patéticos como el famoso “baño con refresco de Cola”, a menos que quiera manchar su cuerpo, cuál mapamundi de escuela.

Antes de seleccionar el bronceador, aprenda “el idioma” de estos productos.

El factor de protección solar (SPF, por sun protection factor) indica la protección que da un bronceador o bloqueador solar, y el número expresa el factor que incrementa el tiempo que protege su piel sin quemarse. Es decir, que si multiplica el tiempo que normalmente tarda la piel en quemarse por el SPF, obtiene el tiempo de protección sin degenerar en una quemadura de la piel.

[b]Tenga en cuenta[/b]

Los rayos solares y sobre todo las radiaciones UV son más fuertes entre las 10:00 a. m. y las 3:00 p. m. Evite la exposición a estas horas.

Ponerse el bronceador antes de la exposición, de ser posible 30 minutos antes, le dará mejores resultados.

El filtro solar se aplica cada 30 minutos y aquellos resistentes al agua, cada 90 minutos.

tips “pro tan” tips “pro tan”

Antes del idilio con el sol, dúchese con agua dulce. Las gotas de agua de mar actúan como pequeñas lupas y pueden provocar unas quemaduras importantes sobre su piel.

Si quiere prolongar el bronceado, lávese la cara con una infusión de té bien fuerte. Pero, como es astringente, no olvide nutrir la piel después con crema o leche hidratante.

Tómese, antes de ir a la playa o a la piscina, un zumo de zanahorias. O mejor, si es un mes antes de Semana Santa. Ya sé que en ésta no le da tiempo hacerlo con tanta anticipación, pero para la próxima…

Unos 10 días antes de su primer baño de sol, hágase un “peeling” corporal. Las cremas exfoliantes del cuerpo retiran de la superficie de la piel las células muertas.

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