BAGDAD (AP).- Un soldado de la inteligencia militar de Estados Unidos lloró el sábado al admitir que había abusado de iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, y recibió una sentencia más suave a cambio de sus declaraciones contra otros colegas acusados en el escándalo.

   «No hay forma de justificarlo»», expresó el soldado Armin Cruz, de 24 años, después de declararse culpable de conspirar para maltratar a subordinados y abuso de prisioneros en la cárcel ubicada en el oeste de Bagdad, en octubre pasado.

 «Acepto mi total y completa responsabilidad»», sostuvo.

   Cruz fue sentenciado a ocho meses de confinamiento, eliminación de su rango militar y licenciamiento por mala conducta.

   El juez, el coronel James Pohl, levantó durante algunos minutos la sesión para permitirle a Cruz, oriundo del estado de Texas, que se recompusiera después que flaqueó cuando el magistrado lo interrogaba.

   Cruz se convirtió en el primer soldado de la inteligencia militar convicto en el escándalo que estalló en abril pasado, cuando la cadena de televisión CBS transmitió imágenes de prisioneros desnudos y aterrorizados que eran sometidos a abusos y humillaciones por guardias estadounidenses.

   Los otros acusados son soldados de bajo rango.

   En mayo pasado, el soldado Jeremy C. Sivits fue el primer convicto del caso, al admitir cuatro acusaciones de abusos. Fue condenado a un año en prisión, reducción de su rango y licenciamiento por mala conducta. Se espera que declare en contra de otros compañeros.

   Sin embargo, los abogados de los soldados acusados han manifestado que sus clientes actuaban bajo las órdenes de agentes de inteligencia y de contratistas civiles que los presionaron para «suavizar la resistencia»» de prisioneros que se sospechaba tenían información sobre los ataques insurgentes contra los norteamericanos.