PUERTO PRINCIPE (AFP).– Un casco azul de Sri Lanka y otro de Nepal murieron y cuatro resultaron heridos de bala este domingo durante una operación para retomar el control de una comisaría de Petit-Goâve, 70 km al sur de Puerto Príncipe, ocupada por ex militares, anunció un responsable de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah).

Es la primera vez que cascos azules de la Minustah, desplegada en Haití desde junio de 2004, mueren durante una operación en ese país. Un militar nepalés había fallecido en febrero debido a una enfermedad. La identidad de las víctimas no fue divulgada.

Además de los cascos azules, dos ex militares haitianos que ocupaban la comisaría murieron y una decena de ellos fueron heridos, precisó Kongo-Doudou. A su vez, 35 ex militares fueron detenidos.

Los cuerpos de los cascos azules muertos serán llevados Puerto Príncipe, antes de ser repatriados a sus países de origen, según la misma fuente.

Los ex militares utilizaban la comisaría como cuartel general desde que tomaron el control de la ciudad el 30 de agosto y son parte de un grupo que reclama el restablecimiento del Ejército haitiano disuelto en 1994.

Antes de la operación, la Minustah intentó negociar pacíficamente con los ocupantes de la comisaría, que respondieron con disparos, lo que dio origen a la operación militar, explicó el responsable de comunicaciones de la Minustah. La operación fue coordinada por el general brasileño Augusto Ribeiro Heleno, comandante militar de la Misión de ONU.

Las radios locales haitianas anunciaron este domingo por la mañana que tres civiles resultaron heridos, pero por el momento ninguna fuente oficial confirmó esa información.

Consultado por la AFP, el portavoz de la policía haitiana, Gessie Cameau-Coicou, señaló que la operación que buscaba retomar el control de la comisaría fue planificada y ejecutada conjuntamente por la Minustah y la Policía de Haití.

Desde la caída del ex presidente Jean Bertrand Aristide el año pasado, los ex militares, que jugaron un papel activo en su derrocamiento, han ocupado varios edificios públicos en las principales ciudades del país y los han transformado en cuarteles, desde donde organizan patrullajes y actúan como fuerzas policiales.

Las autoridades provisionales haitianas han indicado que el tema del restablecimiento del Ejército deberá ser tratado por el futuro gobierno, que saldrá de las elecciones previstas para 2005.