Soldados dominicanos en Iraq

Soldados dominicanos en Iraq

Los 300 soldados dominicanos enviados por el presidente Hipólito Mejía a Iraq sin consentimiento congresional, fueron atacados en su base de Diwaniya la madrugada del tres del presente mes de diciembre, resultando ilesos afortunadamente todos.[tend]

Un familiar de uno de los saldados en Iraq conversando sobre el particular con el suscrito, me confió que los soldados regresaban en esos instantes de una faena de patrulla, a las tres de la madrugada, y cuando apenas empezaban a quitarse las botas, comenzaron los disparos de morteros que no hicieron blanco en ninguno de los integrantes de la Brigada Plus Ultra estacionada allí.

Nuestros soldados en Iraq fueron remitidos allí para ayudar a los iraquíes, se adujo, en planes de reconstrucción, luego de los devastadores ataques de los Estados Unidos con el propósito de tomar al país y liquidar la tiranía del presidente Saddan Hussein, fueron los argumentos, que en realidad son otros.

Empero, no es el caso en esta entrega dilucidar los motivos verdaderos que impulsaron al presidente George Bush jr. a tomar la peliaguda decisión de involucrar a su país en un segundo frente, luego del de Afganistán, y puede afirmarse que un tercero en Palestina, donde los Estados Unidos son responsables de que la paz no se hubiese formalizado en la convulsa área.

El clamor nacional es que los soldados dominicanos en Iraq deben regresar cuanto antes, y sus familiares ruegan porque se produzca antes de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo, para respiro de 300 familias que viven con el resuello en un hilo, esperando noticias aciagas cada momento de sus seres queridos en Iraq.

La remisión de ese contingente de soldados dominicanos a Iraq, donde nada hemos tenido que buscar porque nada se nos ha perdido allí sino que todo casi está perdido aquí y poco se hace para su reconstrucción, fue un exceso de complacencia del presidente Mejía, al que aquí se le asigna otro término.

El presidente Mejía expone al país a ser vulnerable de ataques terroristas de países complacientes con Estados Unidos en su aventura piratesca en Iraq, como ya han pagado caro Turquía, con explosiones terroristas, España con la muerte de seis soldados, y sucesivamente podría acontecer lo propio a países alcahuetes como Honduras, El Salvador, Nicaragua, y naturalmente, el Reino Unido.

Fue una decisión innecesaria, que el presidente Bush jr. no solicitó a nadie, con excepción al Reino Unido, habida cuenta de que forman los dos, conforme a como explicita la Biblia, la Potencia Binaria, la última antes de la guerra de Armagedón que Yavé desatará para liquidar el sistema inicuo de cosas, profetiza el libro de Revelación.

Iraq es un país agredido y ocupado por una potencia extranjera a lo que se han prestado indebidamente otros países que inclusive han sufrido la misma dramática y traumatizante experiencia iraquí, como Honduras, Nicaragua y también los dominicanos en dos ocasiones, 1916 y 1965, y que por vergüenza y principios nunca el presidente Mejía debió consentir, sobre todo que la última intervención USA en nuestro país fue motivada para impedir el retorno al poder del entonces perredeísta presidente derrocado Juan Bosch, y el actual es un gobierno del PRD. ¿O no lo es?

Los partidos políticos, empezando por el PRD, las organizaciones populares, los sindicatos, los líderes de las principales iglesias vinculadas a Jesucristo en el país, deben emitir declaraciones y exigencias para que esos 300 soldados retornen al país no en febrero, sino en estos días, y que ningunos otros sean remitidos a Iraq ni a ningún país con el cual Estados Unidos produzca conflictos.

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