Soldados Israel retíranse frontera Líbano

Soldados Israel retíranse frontera Líbano

TIRO, Líbano (AP).- Soldados israelíes comenzaron a retirarse ayer sábado de esta población libanesa fronteriza luego de una semana de combates con Jezbolá, en los enfrentamientos más sangrientos en la ofensiva israelí de 18 días.

Los soldados israelíes comenzaron su ataque contra Bint Jbail el 23 de julio. Los militares tuvieron la mayor cantidad de bajas en lo que van de los enfrentamientos el miércoles, cuando nueve soldados murieron en combates intentando conquistar la aldea.

Israel expresó que se había retirado de Bint Jbail porque ya había cumplido allí sus objetivos. Indicó que sus soldados salieron de la población, pero la fuerza aérea continuará con sus ataques y los soldados podrían regresar en cualquier momento.

La batalla por conquistar el bastión de Bint Jbail ha simbolizado la dificultad del ejército de Israel en desalojar de la frontera a los milicianos del grupo político militar islámico, ya sea con bombardeos aéreos o con ataques terrestres. El ejército israelí no dijo si aún quedaban combatientes de Jezbolá en Bint Jbail.

El teniente general israelí Ido Nehushtan expresó que las fuerzas de su país habían matado a decenas de guerrilleros de Jezbolá en Bint Jbail.

«Matamos a decenas de terroristas allí, y mucha de la infraestructura ha sido controlada», indicó. «El objetivo ha sido logrado». No se pudo verificar esa aseveración por parte de fuentes independientes.

El ejército israelí dijo el viernes que siete de sus soldados resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, cuando Jezbolá atacó una zona montañosa cercana a Bint Jbail y la población aledaña de Maroun al-Ras.

Si los soldados israelíes hubiesen tomado Bint Jbail _ la población más importante cerca de la frontera_ hubiese sido un fuerte revés para Jezbolá. Los milicianos libaneses han bautizado a esa aldea «capital de la resistencia» por el fuerte apoyo a los guerrilleros chiíes durante la ocupación israelí del sur del Líbano entre 1982 y el 2000.

En la parte diplomática, la secretaria de Estado Condoleezza Rice regresó el sábado al Medio Oriente con un modificado plan de paz de Estados Unidos, en tanto el líder del Jezbolá, jeque Hassan Nasralá, amenazó con lanzar cohetes hacia sectores más profundos de Israel.

En una aparición ante la televisión de Jezbolá, Nasralá cantó victoria al asegurar que Israel se disponía a detener su asalto militar en el Líbano después de no alcanzar «un sólo logro militar».

Por su parte, Rice dijo que se sentía alentada por un compromiso tentativo de Jezbolá para permitir la instalación de una fuerza internacional en el sur libanés y para desarmarse eventualmente. La funcionaria llegó a Jerusalén el sábado para reunirse con el primer ministro israelí Ehud Olmert. Es posible que haga una escala en el Líbano, pero aún no se anuncia.

Estados Unidos e Israel insisten en que cualquier acuerdo debe garantizar que los guerrilleros de Jezbolá sean alejados de la frontera norte de Israel antes de que cese la ofensiva israelí.

Israel rechazó el sábado la propuesta de Naciones Unidas de realizar un cese al fuego de tres días para llevar ayuda humanitaria a las zonas afectadas por el conflicto. El gobierno abrió un corredor de asistencia pero Jezbolá lo bloqueó para crear un crisis humanitaria, dijo la vocero gubernamental Avi Pazner en Jerusalén.

   En Washington, el presidente George W. Bush dijo en su mensaje radiofónico sabatino que el conflicto es «doloroso y trágico», pero que presenta una oportunidad para el cambio en el Medio Oriente después de «décadas de tiranía y violencia».

   El líder de Jezbolá afirmó que cooperaría con el gobierno libanés en negociaciones sobre una solución a la crisis e insinuó que su promesa de desarme sería retirada si las condiciones esbozadas por el Líbano no se cumplen.

   El también clérigo chií, con la barba y el tocado negro que lo caracterizan, dijo sin embargo que estaba dispuesto a mantener la lucha. «No importa cuánto dure la guerra, el sacrificio que imponga, estamos listos. No seremos doblados ni derrotados», dijo.

   «Muchas ciudades en el centro (de Israel) serán atacadas en (la etapa de) ‘más alla de Haifa’ si la salvaje agresión continúa sobre nuestro país, pueblo y aldeas», indicó, un día después de que Jezbolá estrenó un cohete que llegó a las afueras de la localidad de Afula, el punto más distante que ha alcanzado el grupo miliciano.

   En el día 18vo del conflicto, los intensos bombardeos de Israel sobre el Líbano y los duros combates en tierra en el sur no han permitido detener el lanzamiento de centenares de cohetes de Jezbolá. Los guerrilleros dispararon al menos 39 cohetes el sábado hacia Israel, que hirieron a cinco personas.

   La aviación israelí de guerra realizó el ataque más cercano a Siria, país aliado de Jezbolá, que haya efectuado en la campaña, el cual alcanzó un cruce fronterizo que fue cerrado. Los aviones atacaron en territorio libanés entre la aduana del Líbano y Siria, que es el principal paso de refugiados libaneses que huyen del enfrentamiento y de los envíos de ayuda humanitaria para el Líbano.

   Los civiles libaneses siguen sufriendo la peor parte del asalto israelí, que ha causado la muerte de al menos 450 personas en el Líbano y alrededor de 50 en Israel.

   Una mujer y sus cinco hijos fueron muertos en su hogar por un ataque aéreo de Israel en el mercado de la ciudad de Nabatiye, que causó también la muerte de un hombre en una casa cercana, dijeron autoridades libanesas. En el poblado de Ain Arab, añadieron, seis cadáveres fueron desenterrados de los escombros de una casa atacada la víspera. Dos observadores de la ONU fueron heridos durante un ataque israelí cerca de su puesto fronterizo.

   Aviones israelíes completaron la mañana del sábado 120 misiones en un período de 36 horas de ataque contra Líbano, y destruyeron varios puentes, incluido el que estaba ubicado sobre el río Orontes en el oriental Valle de la Beká, dijeron fuentes militares de Israel.

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