¿Solidado democrático?

¿Solidado democrático?

El Congreso Nacional instituyó, mediante la Ley No.154-08, el 19 de mayo como el Día del Soldado Democrático en recordación del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, principal gestor del Movimiento de Militares Constitucionalistas y héroe de la Revolución de Abril de 1965. El dispositivo de dicho edicto envuelve un error de conceptuación que los señores legisladores deben de enmendar. Nos referimos a calificativo de democrático que le otorga al ideólogo de Abril referido a su condición de soldado.

En las instituciones castrenses no se practica la democracia. Los soldados no están para eso. Los mandos de los ejércitos regulares son verticales. Como bien lo expresara un almirante de nuestra Armada: “Los militares no estamos para practicar la democracia, estamos para preservarla o, para defenderla si llegara la ocasión”

La Constitución de la República establece en forma precisa la vía por la cual se renuevan los poderes del Estado. También, quiénes son los que tienen la opción de llegar a esos poderes, y entre ellos no figuran los soldados. Los militares tienen la misión de garantizar el funcionamiento del régimen legal y de respaldarlo para que mediante el sufragio universal y libre se elija los poderes del Estado, entre ellos el Presidente de la República.

Los militares no son más que garantes de un proceso legal en el que se fundamenta la vida constitucional de la nación. Lamentablemente, quienes comandaban nuestras Fuerzas Armadas a finales de la era de Trujillo no poseían una cultura política que les permitiera entender esto. Por ello, depusieron al presidente Bosch, lo que trajo como consecuencia una guerra civil seguida por una intervención militar.

De personalidad reservada, el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez actuó  siempre apegado a la norma, guiado por sólidos principios de respeto hacia la institución militar a la cual pertenecía, así como por un purificado patriotismo. Su imagen era la de un soldado profesional respetuoso de los poderes legalmente constituidos, y la de un oficial prudente en sus relaciones con los demás. Murió el 19 de mayo de 1965, cuando tropas constitucionalistas bajo su mando trataban de tomar el Palacio Nacional en poder de los golpistas y de fuerzas interventoras. No llegó a traducir en doctrina sus pareceres acerca de la naturaleza y fines de los cuerpos armados. El destino de su muerte a destiempo se lo impidió.

El 19 de mayo da cada año debemos conmemorar el Día del Soldado Constitucionalista porque lo de soldado democrático no le cabe al coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez ni a ninguno de nosotros, los militares que luchamos a su lado en Abril de 1965 por reponer al depuesto presidente Juan Bosch.

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