Los Jefes de estado y de gobiernos del Grupo de Río expresaron ayer su solidaridad con los pueblos que en el último año han atravesado por situaciones de tragedia y dolor, especialmente a causa de desastres de origen natural.
Al mismo tiempo extendieron sus condolencias a las familias que han sufrido la pérdida de sus seres queridos y ratificaron lo expresado en la Declaración de Santo Domingo sobre la necesidad de establecer un mecanismo que permita dar una respuesta regional rápida y adecuada en caso de desastres de origen natural.
Reconocieron el apoyo de sus países a los esfuerzos de alivio y reconstrucción de los pueblos afectados, haciendo especial mención de los desastres ocasionados por las torrenciales lluvias en los estados de Tabasco y Chiapas, en México; el huracán Félix y las tormentas Noel y Olga en Cuba, Haití, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y la República Bolivariana de Venezuela; los fenómenos telúricos que afectaron a las Repúblicas de Perú y Chile.
También con Bolivia, Ecuador y Argentina por la situación de desastre nacional que atraviesan, a causa de las lluvias e inundaciones ocurridas por el fenómeno de La Niña.
La solidaridad está contenida en una declaración conjunta de los jefes de estado y de gobiernos al concluir la XX Cumbre del Grupo de Río, en la cual aprobaron la documentación preparada por coordinadores y ministros de Relaciones Exteriores.