Solidaridad cultural

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En la página 12-B de la edición de ayer del periódico “Hoy”, apareció una entrega de la columna “Consultorio Ecológico”, escrita por el Ing. Eleuterio Martínez, especialista en recursos naturales. Esta vez Martínez responde a preguntas acerca de la embarcación en que viajó el almirante Don Cristóbal, en su primer viaje al Nuevo Mundo. Se ha dicho que un submarinista norteamericano descubrió, al Norte de Haití, los restos de la Santa María de la Inmaculada Concepción. La pregunta es: ¿Este hallazgo significa que el Parque Nacional La Hispaniola pierde su valor histórico?

Entre varios asuntos que responde el Ing. Eleuterio Martínez, nos permitimos reproducir algunos párrafos esenciales. “En cuanto a la premisa de que la primera embarcación del mundo en cruzar el Océano Atlántico […] fue descubierta por un submarinista norteamericano, […] contraría lo que explica en su diario el propio protagonista de esta epopeya, secundado por los historiadores de Indias que le acompañaron, al sostener que la madera de la misma fue utilizada para construir el Fuerte de la Navidad o primer asiento de la cultura europea en el sitio histórico de El Castillo – La Isabela – Puerto Plata”.

Según escribe Martínez, todo esto “no pasa de ser una presunción, cuya certeza probablemente jamás será registrada en los anales del descubrimiento del Nuevo Mundo. Independientemente de los esfuerzos que se puedan hacer desde cualquier latitud o de los intereses envueltos al querer despojar a esta tierra de su inmenso patrimonio histórico y cultural, la República Dominicana atesora en su territorio la “Casa del Almirante, el árbol donde se ofició la primera misa en América, el solar donde se erigió el primer asentamiento del Nuevo Mundo y donde se escenificó el primer alzamiento contra el colonizador europeo”.

Martínez termina su exposición, diciendo: “¡Que hermoso sería que las autoridades de los ministerios de Cultura, de Turismo y de Medio Ambiente se propusieran rescatar la memoria histórica y mostrar al mundo las joyas más valiosas de su inmenso patrimonio intangible que se resguardan en esta área protegida! ¿Cuándo la sociedad dominicana abrirá sus ojos y se lanzará a ocupar el lugar que la historia le ha otorgado?”

 

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