El presidente Leonel Fernández ha procedido solidario y sensato con el vecino Haití, al donar una universidad a un costo de RD$30 millones, inaugurada en ocasión de cumplirse este día doce el primer aniversario del terremoto que ocasionó tanto daño a principalmente Puerto Príncipe, no que devastó a Haití.
Haití es el único país con el que hacemos frontera, que como todas, suelen ser dificultosas, porque los controles se burlan en el tráfico humano, mercancías, armas y drogas. El pretérito de nuestras relaciones con Haití ha resultado doloroso y traumático por el dominio de 22 años que ejerció sobre nuestro terruño, cuando no éramos país, sino una masa amorfa y dispersa en villorrios, escasamente poblada y sin noción nacional, solo la quimera de José Núñez de Cáceres.
Pero también nuestras relaciones con los Estados Unidos han resultado no menos traumáticas y sangrientas como con Haití, por intervenir dos veces militarmente (l9l6-24) y l965-66, aunque en esta ocasión, de manera parcial, no total como la primera, y nuestras relaciones con Washington son aparentemente normales, si es que se pueden sostener relaciones normales con un imperio. Además, Haití resulta ser el principal socio económico nuestro, a quien le vendemos unos mil millones de dólares anuales en alimentos y materiales de construcción, mercado que es menester conservar y ampliar, sin permitir el chantaje de la inmigración incontenida y el otro chantaje de la prohibición del mercado aviar.
El presidente Leonel ha resultado el gobernante que mejor ha desenvuelto las relaciones difíciles con Haití, conociendo lo tortuoso y espinoso de la diplomacia haitiana con nuestro país, que nuestro gobernante ha sorteado como un gran timonel los escollos y borrascas, y como la oposición carece de la vocación de la sinceridad, justo es que los medios de comunicación reconozcamos el mérito que le corresponde. La donación de la universidad a Haití en ocasión de una fecha memorable es propicio para inaugurar también una jornada nueva de relaciones fructíferas para ambos países y pueblos. Que así sea.