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Aunque el origen de su “paternidad” está en disputa, el programa Solidaridad nació para apoyar e incentivar a los sectores más pobres del país y hacerles partícipe de su mejoría mediante la creación de  conciencia y compromiso social.

Para el vicepresidente de la República y encargado del Gabinete Social del Gobierno, Rafael Alburquerque, el origen de este programa se remonta al 2004 cuando en la etapa de transición, luego del triunfo del Partido de la Liberación Dominicana, el entonces presidente electo Leonel Fernández le encomendó diseñar un plan de ayuda a mejorar las condiciones de vida de la gente.

“Habíamos conformado un grupo de técnicos  y la pregunta era: ¿Cómo poder responder socialmente ante la situación de crisis que había vivido el país bajo el mandato del Partido Revolucionario Dominicano. La pobreza se había incrementado, un millón 500 mil personas de clase media había pasado a la pobreza”.

Explicó que así surgió la idea de crear un programa de protección social a los hogares pobres.

Sin embargo, para la ex vicepresidente de la República, y secretaria de Educación durante el gobierno de Hipólito Mejía, doctora Milagros Ortiz Bosch, lo que es hoy Solidaridad fue una iniciativa de Hipólito Mejía, quien dictó el decreto 1147-01.

El decreto establecía en su primer artículo que a partir de la fecha el Programa de la Tarjeta de Asistencia Familiar sería administrado por la secretaría de Educación con el nombre de “Tarjeta de Asistencia Escolar”(TAE), que tenía por propósito incentivar a los padres con el pago mensual de unos pesos por enviar sus hijos a la escuela y ocuparse de que los niños  recibieran las vacunas correspondientes.

Antes como ahora, las autoridades han recibido el apoyo económico y logístico del Banco Mundial, interesado en erradicar desde la raíz los problemas de la pobreza. Para entonces, la Secretaría (actual Ministerio) de Educación  contaba con un presupuesto de tres mil millones de pesos para los programas “Desayuno Escolar y el TAE”.

Cuenta Ortiz Bosch  que el programa logró aumentar la presencia del niño en el aula, se distribuyeron miles de bicicletas donadas por Taiwán en las comunidades rurales para que los estudiantes pudiesen  trasladarse a los centros de enseñanza cuando estaban lejos de sus hogares. Ella ya había conocido un proyecto similar en Brasil.

Promoción humana. En ambos casos, la idea fue cambiar el asistencialismo por un programa de promoción humana que liberara a la gente de la esclavitud de la pobreza.  

De acuerdo con Alburquerque, el programa descansa en tres pilares: el Sistema Único de Beneficiario (Siuben),  cuyos técnicos los pagan las Naciones Unidas con la finalidad de localizar los hogares pobres y clasificarlos con un método científico en el que intervienen diversos factores, como niveles de ingresos, tipo de vivienda, instalaciones sanitarias, tipo de piso, desempleo y ayuda del exterior.

El programa mide y determina si el hogar se encuentra en pobreza extrema, moderada o si avanza hacia una línea de clase media. El Siuben contrata a organizaciones de la sociedad civil para que hagan las encuestas, como se hace en la actualidad, debido a que el último estudio se hizo en el 2005.

Lo ejecutan en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo Cáritas Dominicana, de la Iglesia Católica;en el Este  la Universidad Central del Este; en San Juan, el Obispado y en el Cibao, diferentes organizaciones de la sociedad civil.

“De manera que el Gobierno simplemente recibe una data del Siuben diciéndoles estos son los potenciales beneficiarios que pueden ser incluidos en el Programa  y así evitamos la politización”, dice Alburquerque.

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Solicita revisión

Para Milagros Ortiz Bosch,  el programa  Solidaridad hay que revisarlo, porque no guarda relación el nivel de crecimiento económico que dice el Gobierno ha logrado con la pobreza existente.“Cómo se come hoy con 700 pesos, hay que revisar esa política”, dijo la exsecretaria de Educación y exvicepresidente de la República.

Las recomendaciones

Estimó que  Solidaridad debe tomar en cuenta las recomendaciones de  los organismos internacionales, que han identificado las provincias  donde existen mayores niveles de pobreza. “Ahora esas políticas se están implementando donde hay una mayor población electoral”.