Solidaridad y salud

Solidaridad y salud

Aunque no lo creas muchas personas solidarias tienen enviadiables niveles de salud. De seguro te cuestionarás al respecto, por que sin dudas es difícil creer que una cualidad práctica incidirá de forma tan directa en la salud. Al ser solidario haces sentir a otros bien y al mismo tiempo sientes un gran alivio interno, que sin dudas redundará en menos estrés, reducción de tus niveles de ansiedad, además de un estado anímico positivo que alejará de ti problemas de índole cardíaco y hasta baja unos cuantos puntos a las posibilidades de contraer algún tipo de cáncer.

Desde hace muchos años se relaciona la aparición de cáncer a múltiples factores, que van desde hereditarios hasta ambientales y emocionales, así que una persona que se enoje constantemente, viva amargado y produciendo toxinas por contaminantes químicos, eleva sin dudas las posibilidades de contraer cáncer. Tú puedes hacer la diferencia, enseña a tus hijos el valor de la solidaridad, con los menos afortunados, inclusive de tu propia comunidad, esto les hará crecer como individuos y  además les permitirá tener un mejor estado de salud al sentirse satisfechos con ellos mismos.

Si tus niños son grandes (de 10 años en adelante) y no están pasando por un proceso de salud puedes probar este ejercicio que de seguro les aportará una enseñanza para toda la vida.

Primero: busquen una media vieja y cuelguénla en un lugar a la vista de toda la familia, a seguidas realicen una pequeña reunión para plantearles lo que realizarán ese día.

Segundo: propónganse explicarles que ese día realizarán un ayuno y que todo lo que usualmente gastan económicamente será colocado en la media. Los alimentos que usualmente utilizarían para alimentarse comúnmente durante el día colóquenlos  (crudos) en una caja. Ese día ustedes y sus niños solo tomarán limonada endulzada con miel, té de manzanilla, al menos dos litros de agua y frutas.

Tercero: durante el día anímelos a continuar, cuando se quejen de tener hambre explíquenle que esa misma sensación por muchos días e inclusive por gran parte de su vida es la que cientos millones de niños y adultos alrededor del mundo que no tienen acceso a comida, cuidados o medicamentos, dígales cómo cuidar y valorar lo que tienen les permitirá no pasar por la misma situación, además de bendecir a otros, como se han propuesto con ese ejercicio.

Cuarto: al final del día, cuenten juntos el dinero que reunieron de lo que hubieran gastado ese día en deseos, antojos y  otros, asimismo contalibilicen la comida y analicen lo que comen en un día, llevenlo a una institución organizada que ayude a otros, ellos sabrán quien lo necesita más, dándole un mejor uso.

La clave

1.Sensibilizar

Sin dudas esa es la clave, si unimos manos capaces y dispuestas a extenderse para ayudar a otros, también estaremos enseñando con acciones el valor de la austeridad. Si eres cuidadoso con el manejo de lo que tienes, no sólo te rendirá más al ser mejor administrado, sino que tal vez puedas bendecir a otros, con parte de lo que lograste no malgastar. Es una enseñanza y una práctica que llena manos y corazones.

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